Interpretación y traducción jurada:errores históricos

Tanto la interpretación como la traducción jurada requieren de amplios y sólidos conocimientos de las lenguas que intervienen en las transcripciones para desarrollar unas buenas prácticas de la profesión. Las suposiciones no tienen cabida cuando se trata de certificados de matrimonio, expedientes académicos o resoluciones judiciales, entre otros.

Sin embargo, no son los únicos documentos que deben tratarse con sumo cuidado. ¿Qué hay de las malinterpretaciones en cuestiones diplomáticas? Y, ¿las que se producen en transcripciones de documentos históricos? Veamos un par de ejemplos de otras interpretaciones y traducciones juradas que han hecho historia:

– ¿Te suena San Jerónimo? Está considerado el patrón de los traductores y, en su honor, el 30 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Traducción. Pero, ¿sabías que fue, además, el causante de que ‘El Moisés’, famosa obra de Miguel Ángel, fuera creada con dos cuernos? Todo empezó cuando San Jerónimo fue encomendado a realizar la transcripción al latín de la Biblia, conocida posteriormente como La Vulgata, con tan mala fortuna que incluía un error que no pasó desapercibido. La expresión hebrea ‘Keren or’ referida al resplandeciente rostro de Moisés, fue traducida como ‘cuernos’ y de ahí el característico aspecto que luce esta escultura en la actualidad.

– Los políticos tampoco se salvan de algunas meteduras de pata en el lenguaje. Y si no, que se lo digan al que fuera presidente estadounidense, Jimmy Carter. En 1977, Polonia se encontraba aún bajo la órbita comunista y Carter, en un intento por ganarse al pueblo, elaboró un discurso amigable. Sin embargo, el intérprete simultáneo contratado para el evento, realizó una traducción que poco tenía que ver con el mensaje inicial. De esta forma, frases como “salí de EEUU esta mañana” se tradujo como “he dejado EEUU para no volver nunca” o con “he venido para conocer vuestras opiniones y entender vuestros deseos de futuro” se dio a entender poco más o menos que el presidente sentía atracción sexual por los polacos.

Lejos de ser anécdotas, éstos, junto con otros errores históricos de estas características, constituyen un problema serio y ponen de manifiesto la necesidad de contar con traductores jurados e intérpretes simultáneos con la correspondiente formación y experiencia. Avales que garanticen la realización de un trabajo de elevada calidad lingüística.

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