Pros y contras de tener un perfil emprendedor en la empresa clásica

Las empresas se encuentran con frecuencia con una realidad que no siempre es fácil ni cómoda de manejar: la presencia en sus equipos de profesionales con un perfil extremadamente emprendedor.

Hablamos de aquellos profesionales que permanentemente generan nuevas iniciativas dentro de la organización y cuestionan la forma tradicional de hacer las cosas. Sin embargo, los hechos demuestran que disponer de este tipo de perfiles en la empresa supondrá llevar a cabo una correcta gestión de personas ya que «si bien muchas veces parecen ir en contra de la empresa, en muchos casos, los intra-emprendedores, son los empleados más comprometidos con ella, y los mejores aliados de una compañía», afirma David Monge, director general de la red de RRHH Nexian.

Pros de un perfil marcadamente emprendedor:
Bien dirigido, comprendido y motivado, afirma el experto de Nexian, un intra-emprendedor puede resultar muy valioso para cualquier organización. Son personas activas, curiosas, creativas, capaces de tener nuevas ideas y convertirse en motores del desarrollo corporativo, porque aportan originalidad y dinamismo.

Y algunas desventajas:
Es evidente que las motivaciones naturales de estos empleados sobrepasan los intereses generales de la empresa: su individualidad, sus anhelos de autoempleo, su capacidad para imaginar y desarrollar nuevos proyectos, los convierte en difíciles de retener a medio plazo. Lo cual es, sin duda, una desventaja a la hora de integrarlos en la estrategia global y las pautas de actuación de la empresa. Es necesario asumir, y preparar, el momento de su marcha, y la exigencia de cuidarlos y motivarlos.

Claves para dirigir a un profesional con un fuerte perfil emprendedor:
Sin embargo, el esfuerzo merece la pena: suele ser recompensado. Porque son profesionales asertivos, eficaces, capaces de aprender, adaptarse y gestionar el cambio con solvencia. Detestan la rutina y, por ello, «podemos estimularlos hacia nuevos proyectos, cambios organizativos y enfoques innovadores», afirma Monge.

La capacidad de la dirección de Recursos Humanos y los mandos encargados de motivarles, involucrarles y ofrecerles siempre iniciativas que respondan a sus particulares características es un factor clave. Fundamental para conseguir que estos profesionales, no solo participen adecuadamente en la actividad de la empresa, sino que se conviertan en sumamente útiles para la organización.

Como afirmaba Monge, «es mucho mejor que estén contigo a que formen parte de la competencia». La inquietud por la autonomía empresarial y las ganas de desarrollar proyectos propios, suelen ir en consonancia con el talento. A la hora de gestionarlo y retenerlo, estos profesionales pueden ser una fuente muy valiosa, y un ejemplo, para el resto del equipo.

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