Gas, vitrocerámica o inducción ¿Qué es mejor?

Escoger entre vitrocerámica, placas de inducción o gas es una de las decisiones más importantes cuando se realiza una reforma integral de la cocina. Cada sistema tiene varios pros y contras que deben ser sopesados antes de cambiar el sistema con el que se cocina actualmente.

La empresa Mi Cocina Málaga se encarga de realizar reformas integrales de cocinas y el diseño de cocinas a medida. A lo largo de estos años han realizado cientos de reformas y conocen bien las diferencias entre los tres sistemas. Destacan las siguientes características:

Las cocinas de gas son las que menos energía consumen, tardan muy poco en calentar los recipientes y admiten desde metales hasta materiales cerámicos. Sin embargo las cocinas de gas tienen dos inconvenientes. Por una parte, los quemadores son más difíciles de limpiar que una placa de vitrocerámica o inducción, por otra, se trata de gas, que entraña riesgo de fuga, explosiones o de una mala combustión por un quemador en mal estado.

Las placas vitrocerámicas por su parte son muy fáciles de limpiar, su coste es menor que las de inducción y al estar basadas en resistencias aplican calor a cualquier recipiente empleado. En cuanto a sus inconvenientes, consumen mucha energía, requieren de productos especiales para su limpiado y son más lentas para cocinar ya que las resistencias deben alcanzar la temperatura adecuada.

Las cocinas de inducción basan su funcionamiento en el electromagnetismo, calientan el recipiente metálico sin calentar el vídrio que lo soporta, por ende, son más rápidas para cocinar que las dos anteriores y mucho más sencillas de limpiar. Sus contras, son las más caras del mercado y solo se pueden emplear con determinadas baterías de cocina (y son inútiles con recipientes cerámicos)

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