Cómo mejorar los hábitos de alimentación de un gato

Los gatos tienen fama de animales ‘caprichosos’ en lo que a comida se refiere. Todos tienen sus preferencias en texturas y sabores, pero no nacen siendo remilgados para comer, sino que lo aprenden. Según Roger Catalán Bravo, veterinario asesor de Purina ONE, la mejor forma de evitar caprichos alimentarios es no permitirles las malas costumbres desde el inicio, y seguir las siguientes recomendaciones:

1. Evita crearle malos hábitos de alimentación
Cambiarles las rutinas o llamar su atención poniéndole alimentos de humanos en el comedero, posiblemente favorezca que el gato se vuelva remilgado. Él comprenderá enseguida cómo puede manipular para conseguir la comida de su ‘dueño’, en vez de alimentarse con la comida para gatos que está pensada para que sea saludable y equilibrada. Según Catalán Bravo, “para evitar los caprichos es mejor escoger unos hábitos rutinarios y mantenerlos”.

2. Dale intimidad a la hora de comer
«Generalmente los gatos prefieren comer tranquilos y sin público. Permítele un poco de intimidad cuando come y sírvele su comida después de ti, para que esté alejado mientras comes», aconseja el veterinario.

3. Mantén su comedero limpio
Muchos gatos rechazan comer en un recipiente que contenga restos de comidas anteriores. «Acostúmbrate a lavar su comedero después de cada uso, tanto el de la comida como el del agua. Los restos y las bacterias no son mejores para los gatos que para los humanos. Piensa qué harías tú en su lugar», recuerda Catalán Bravo.

4. Haz su alimentación más apetecible
Si el gato come croquetas habitualmente pero esporádicamente se muestra caprichoso, se puede probar sustituir una ración por alimentación húmeda completa.

Por otra parte, si se tiene problemas con la alimentación en conserva, probablemente es porque se les da la comida salida de la nevera. «Una comida húmeda y fría no desprende aroma y un gato no se come lo que no puede oler. Puedes hacer que los alimentos sean más apetecibles calentándolos hasta que se atemperen para que desprendan su aroma y provoquen el apetito de tu gato», añade el asesor de Purina ONE.

5. Varía su dieta
Si el gato siempre rechaza comer, es aconsejable probar otra receta equivalente en cuanto a su calidad, pero respetando sus preferencias sobre comida seca o húmeda. Para Catalán Bravo, «es posible que una nueva formulación, un cambio de receta, estimule de nuevo sus papilas gustativas».

6. Examina su dentadura
Los problemas dentales pueden causar una ingesta difícil y dolorosa. «Si las encías del gato están enrojecidas e hinchadas o si su aliento huele mal, acude al veterinario para que le examine los dientes».

7. Comprueba que no esté enfermo
Los felinos tienden a ocultar sus dolencias para no parecer vulnerables. Sin embargo, existen algunos síntomas que revelan un malestar en su salud como dormir en exceso o no comer, por ejemplo. «Si el gato rechaza alimentarse durante 24 horas o más tiempo, consulta a tu veterinario. Negarse a comer puede indicar la aparición de una alergia o de otra enfermedad más grave. Aunque podría tratarse de un simple capricho del animal, es mejor asegurarte», señala el experto.

Por último, Catalán Bravo recuerda que la mayoría de los gatos dan por acabada la comida cuando ya no tienen más hambre y que, igual que los humanos, el comportamiento de los gatos varía según el clima: en las jornadas estivales calurosas su apetito disminuye.

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