¿Por qué estudiar inglés en una academia?

El proceso de aprendizaje de un idioma diferente al nativo, puede ser más difícil de lo que pensamos. Contar con una academia de inglés, facilita y aumenta las posibilidades de hablar correctamente el lenguaje deseado.

Las preguntas más frecuentes ante la duda de dónde y por qué estudiar en una academia, tienen que ver con los beneficios y el procedimiento técnico que se lleva a cabo. Una formación adaptada a las necesidades del alumno, contribuye al conocimiento y mejora el nivel de aprendizaje en menos tiempo. Todos los factores tienen que centrarse en la enseñanza, pero también es necesario que el estudiante se disponga con su actitud positiva, para que el método sea altamente efectivo.

En las academias, la formación es diferente a las clases sueltas que se pueden recibir, porque el proceso está compuesto de distintas partes que proporcionan un aprendizaje integral. Gramática, listening y conversación, son indispensables para comprender y practicar el lenguaje. En la academia de inglés en Murcia se pone énfasis en la conversación, para que el alumno consiga un alto nivel y controle a la perfección el idioma. Se refuerza lo aprendido en el colegio y se apuesta por el speaking y el listening, practicando de forma constante el inglés.

Las academias tienen en cuenta determinados factores, como:

Profesores nativos: es una gran ventaja escuchar la pronunciación, directamente de los profesores que nacieron en los países, donde el inglés es el idioma oficial. Interactuando en clase se consigue que el oído se acostumbre a las expresiones y el cerebro las relacione de forma rápida, asociando las palabras y pronunciación con rapidez.

Prácticas en el extranjero: aumentando así las alternativas de los jóvenes y adultos, que eligen mantener contacto directo con el inglés. También para quienes estudian el lenguaje a nivel universitario, porque el entorno mejora el control del vocabulario en poco tiempo.

Interrelación: no es lo mismo estudiar solo que mantener contacto con otros alumnos, conversando en el lenguaje que se estudia y escuchando al profesor. Una práctica que las academias recomiendan, siempre con un número adecuado de estudiantes. Se facilita la comunicación, sin dejar de personalizar el estudio.

Speaking y listening: no es suficiente apuntarse, sino que se requiere practicar lo que se aprende a diario. Implicarse de forma personal y particular mejora los conocimientos, alcanzando un nivel aceptable de conversación en un corto periodo de tiempo.

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