El dinamismo laboral en España se sitúa en el 18,8%

El mercado de trabajo en España evoluciona hacia un mayor dinamismo y movilidad. Según el 2º Informe del Indicador del Dinamismo Laboral ‘Meta4 IDL’, elaborado conjuntamente por Meta4 e investigadores del IRCO (International Research Center on Organizations del IESE), durante el segundo semestre de 2014, el 18,8% de los contratos experimentaron algún cambio. Casi uno de cada cinco trabajadores percibieron un movimiento entre puestos de trabajo.

En el primer semestre de 2014, el dinamismo del empleo se situó en el 17,8%, justo un punto por debajo. Estos datos confirman una tendencia creciente en la movilidad laboral, que comenzó a repuntar en 2013, tras un estancamiento de 2010 a 2012.

El informe ‘Meta4 IDL’ estudia semestralmente el comportamiento del empleo, a partir de un análisis de los movimientos en puestos de trabajo que se producen en un conjunto de casi 800 empresas –pertenecientes a 21 sectores distintos– y que no suponen ninguna diferencia en el volumen total de trabajadores. Según este estudio, mientras desaparecía una media del 2,5% de los puestos de trabajo, se creaba un promedio del 4%. Aun así, y a pesar de una rotación mayor, el estancamiento en la creación de empleo continúa.

Las mujeres y los jóvenes presentan la mayor tasa de dinamismo laboral. Aunque las mujeres representan sólo el 40% de la base analizada, su contribución a la rotación de trabajadores entre puestos se fija en el 53%. Esta tendencia en la rotación femenina, que viene registrándose desde 2013, responde en gran medida a que las mujeres cuentan con una mayor tasa de contratos de corta duración (inferiores a 30 días). La media de esta modalidad de contratación es del 3,3% entre la población femenina, mientras que se sitúa en el 2,5% entre los hombres de la muestra.


Más dinamismo entre los más jóvenes

Entre los jóvenes se mantiene la brecha entre empleados de menor edad y los más veteranos. Los menores de 35 años registran un mayor índice de dinamismo, llegando al 58% en 2014 frente al 45% de 2010. Este fenómeno es fruto de una mayor tasa de recambio entre empleo y desempleo, así como entre distintos puestos de trabajo.

Los expertos del IRCO explican que este mayor movimiento puede deberse a mejoras de eficiencia y mayores posibilidades para quienes estuvieron temporalmente excluidos del empleo. Por otro lado, esta tendencia también puede significar un aumento de la precariedad o una creciente rotación de plantillas, ligada a una escasa retención y formación de los empleados.

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