El sistema SATE permite ahorrar hasta un 30% de consumo de energía

Los trabajos de impermeabilización de fachadas son tareas que pueden ofrecer grandes ganancias en cualquier inmueble o comunidad de propietarios, como por ejemplo una notable reducción de la cantidad de energía que puede atravesar y por lo tanto perderse. De todos los sistemas que existen en la actualidad, uno de ellos destaca notablemente por encima de los demás, el SATE.

SATE son las siglas de “Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior”, un método que se compone de tres partes completamente diferenciadas. Por un lado se encuentra un panel aislante prefabricado. En segundo lugar, unas fijaciones que garanticen una completa unión al muro. En último lugar, elementos de acabado para proteger el aislamiento térmico.

Las ventajas de esta opción para la impermeabilización de fachadas son enormes, sobre todo para el ámbito residencial. Actualmente la implantación de los sistemas SATE se encuentran incluidas en todo tipo de estrategias para la rehabilitación de viviendas.

Así, uno de los beneficios más importantes es el de mejorar la capacidad de las paredes del edificio para acumular calor, lo que permitirá una reducción en la demanda de calefacción. Pero es que además la implantación de los sistemas SATE no consumirá superficie útil del inmueble, ya que se colocan desde el exterior.

Pero esta alternativa para la impermeabilización de edificios también destaca porque consigue eliminar los puentes térmicos en la fachada, deshaciéndose de las condensaciones y garantizando una total estanqueidad del inmueble, lo que supone grandes ventajas en la mejora ambiental de las viviendas.

Una vez que se conocen las ventajas de esta forma novedosa de impermeabilización de frontales de edificio, nos queda por saber si estos beneficios se traducirán en algo más tangible, algo más medible que se pueda conocer. Pues sí.

Los sistemas SATE permiten disfrutar de diferentes ahorros de carácter potencial y también no extrapolables. Por ejemplo, está comprobado que lo inmuebles que funcionan con estas alternativas consumen hasta un 30% menos de energía en las zonas comunes, reduciendo lógicamente la factura eléctrica del edificio.

Pero a nivel de las viviendas individuales, contar con los sistemas SATE instalados en el inmueble ayudan a ahorrar hasta un 35% de la calefacción anual y, por consiguiente, menor coste en la factura mensual.

En último lugar, no sólo va a ser la calefacción lo que se reduzca notablemente, sino también la refrigeración durante las épocas de calor. Según los estudios actuales se ha comprobado que el uso de sistemas de aire acondicionado se reduce en un 21%.

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