Un estudio demuestra la eficacia de un corrector de orejas de soplillo sin necesidad de cirugía

El uso del corrector de orejas Otostick Bebé durante doce meses corrige las orejas de soplillo de los bebés en un 90,7% de los casos sin necesidad de cirugía. Así concluye un estudio pionero publicado en el número 70 de la revista Pediatría Atención Primaria sobre las orejas despegadas, una malformación que afecta en torno al 5% de la población.

Las orejas despegadas, también llamadas orejas de soplillo u orejas prominentes –más separadas de lo habitual– son la deformación congénita más frecuente en la cabeza y el cuello y suponen la malformación auricular más tratada quirúrgicamente en los hospitales españoles. Según datos de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética, casi la mitad (el 46,5%) de las intervenciones realizadas a menores de 18 años corresponden a operaciones de cirugía de los pabellones auriculares, a pesar de que no se recomienda realizar una otoplastia en pacientes menores de edad.

El reciente estudio, dirigido por la Dra. Cecilia Matilde Gómez, Pediatra del Centro de Salud San Fernando, en Badajoz, en colaboración con Innovaciones DisRas S.L., el Clúster de la Salud de Extremadura y la Sociedad de Pediatría de Atención Primaria de Extremadura (SPAPEX), demuestra el efecto corrector de las prótesis de silicona Otostick Bebé en edades tempranas para evitar los problemas psicológicos y la cirugía en edades posteriores.

El estudio consistió en demostrar la posible eficacia correctora de la prótesis Otostick Bebé, un corrector que se vende en farmacias y que está formado por dos láminas de silicona casi invisibles que se fijan a la cabeza. Se realizó sobre una muestra inicial de 60 pacientes, todos ellos de entre 3 y 73 meses de edad, con orejas despegadas y distancia cefaloauricular mayor de 15 mm. Los 60 pacientes iniciales fueron distribuidos en tres grupos de edad (de 3 a 12 meses, de 13 a 36 meses y de 37 a 72 meses) para analizar los datos por edades y poder extraer resultados que permitan recomendar la edad idónea de inicio de uso de las prótesis.

Tras 12 meses de uso y controles periódicos de los pacientes, el 90,7% de los pabellones auriculares de los 38 pacientes que finalizaron el estudio obtuvieron un buen o razonable grado de corrección, considerando buena una corrección de entre 6-10 mm y razonable cuando es de entre 3-5 mm. El estudio revela que el uso de Otostick Bebé es más eficaz en los bebés con edades comprendidas entre los 13 y 36 meses de edad para corregir sin cirugía y con más éxito las orejas despegadas.

A la vista de los resultados del estudio, Francisca Gamero, creadora de Otostick Bebé y gerente de la empresa Innovaciones DisRas, ha afirmado: “El tratamiento de las orejas de soplillo es fundamentalmente de índole psicológico más que estético. Este estudio es muy revelador, ya que demuestra la eficacia de un método no quirúrgico para tratar las orejas despegadas en bebés, antes de que el niño tenga conciencia de su aspecto estético y pueda generarle un impacto psicológico”.

Y añade: “Otostick Bebé nació como un producto meramente estético. Ahora, por fin hay un estudio que avala los beneficios de un producto único a nivel mundial que es capaz de corregir una imperfección que puede llegar a generar secuelas psicológicas en los niños afectados”. En este sentido, un estudio de North Staffordshire (Reino Unido) indicó que la supresión de las orejas de soplillo en niños de 5 a 16 años de edad puso fin al acoso escolar (bullying, en inglés), incrementó los niveles de felicidad, la autoconfianza y la vida social de los menores afectados.

Una solución a las orejas de soplillo a la venta en 30 países
Francisca Gamero, madre de una niña con orejas de soplillo, creó en 2011, con la colaboración de las universidades de Alicante y de Extremadura, un corrector estético para evitar la separación excesiva de los pabellones auditivos de los mayores de tres años llamado Otostick, que ya se comercializa a nivel nacional e internacional y del cual se han vendido más de dos millones de unidades.

Dos años después, Gamero desarrolló Otostick Bebé, indicado para los recién nacidos y formado por dos láminas de silicona transparentes, prácticamente invisibles, que se fijan a la cabeza y a la oreja con adhesivos hipoalergénicos, limitando la distancia entre ambas partes del cuerpo y situando la oreja a una distancia exacta de la cabeza. Con más de medio millón de unidades vendidas en España, Otostick Bebé tiene un tamaño similar al de una lentilla, es indoloro, no requiere prescripción médica y puede usarse a partir de los tres meses de edad.

Tanto Otostick como Otostick Bebé son productos sanitarios de venta en farmacias y parafarmacias. Actualmente están ya presentes en 30 países de alrededor del mundo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *