Puntos a tener en cuenta en la reforma de una cocina

reforma cocinas

Lo primero que hay que hacer, cuando decidimos emprender una reforma de cocina,  es tener más o menos claro qué es lo que queremos conseguir. Por ejemplo, si se trata solo de renovar la estancia o si también queremos ampliarla… Para ello, internet puede servirnos de fuente de inspiración. Podemos buscar modelos de reforma de cocina  que se ajusten a lo que queremos o necesitamos, mirar estilos y tipos de muebles, etc.

Y lo segundo, pedir varios presupuestos a empresas especializadas en reformas de las que podamos obtener alguna referencia. El objetivo es comprobar que la idea que tenemos para la reforma de la cocina se ajusta a nuestro presupuesto y que podemos llevarla a cabo sin problemas y con todas las garantías profesionales necesarias.

Lo barato puede salir caro.

En este punto es importante elegir la empresa que nos hará la reforma de cocina  teniendo en cuenta varios aspectos, no solo el económico. Hay que asegurarse de que se trata de una empresa solvente y pedir referencias de su manera de trabajar y de sus resultados.

Por otro lado, no es aconsejable optar siempre por los materiales más baratos, pues una cocina debe durarnos mucho tiempo y es indispensable contar con muebles y electrodoméstico de una calidad mínima.

Por este motivo, vamos a analizar aquí las partidas que deben ir incluidas en un presupuesto y cómo debemos valorarlas.

La albañilería, la partida más importante.

Es la pieza clave de todo el proceso de la reforma de cocina, pues será la base sobre la que se articulará todo lo demás. Es importante que en esta partida se incluya todo lo que se vaya a realizar, para que luego no nos cobren nada aparte.

Dentro del presupuesto de albañilería deben incluirse, como mínimo, los siguientes aspectos: picado y retirada de todo lo antiguo como paredes, suelo, tuberías, fontanería y electricidad; nivelado del suelo e instalación del nuevo suelo; retirada de escombros; nuevo alicatado de paredes, donde deben especificar qué técnica van a utilizar, y tapado de juntas de la cerámica; clase de material de pegado para la cerámica y los azulejos.

Fontanería y electricidad.

En el caso de la fontanería, si la cocina tiene más de 15 o 20 años, es importante y muy recomendable cambiar todas las tuberías antiguas para no tener problemas más adelante.

El presupuesto de fontanería debe incluir, como mínimo estos elementos detallados: modelo y el precio de artículos sanitarios como fregadero, grifos, etc. También el presupuesto de su instalación; revisión del agua y de la instalación de gas; instalación de tuberías, fontanería de agua, saneamientos y desagües, incluyendo el tipo de material que se va a utilizar; revisión o instalación de la caldera para el agua caliente.

En cuanto a la electricidad, el gasto no suele ser prohibitivo en la mayoría de las ocasiones. Lo ideal es que se renueve por completo la instalación, para evitar problemas posteriores y, desde luego, que ésta se adapte a la normativa.

Como mínimo, en esta partida deben incluirse los siguientes aspectos: revisión de la instalación antigua; instalación del nuevo sistema, con tuberías adecuadas y adaptadas a la norma; nuevo cableado; colocación y adaptación de puntos de luz, con sus respectivos elementos: enchufes, clavijas, interruptores, etc; renovación de la iluminación del techo, fundamental en la reforma de cocina; mano de obra y materiales para la instalación de la electricidad.

Colocación de falso techo.

Aunque no es obligatorio, sí que recomendable instalar escayola o pladur en el techo, aprovechando la reforma de cocina. El motivo es que facilita la instalación del cableado y las conducciones de luz, agua, teléfono, televisión, gas, etc. Para este menester, la escayola siempre sale más económica, pero la elección va a gustos.

El presupuesto para esta parte de la reforma de cocina debe incluir: instalación del falso techo, con el terminado y el enlucido incluido; selección y especificación del material, con su precio; mano de obra.

Armarios, muebles y encimeras de cocina.

Aquí es donde debes prestar toda la atención y no fijarte únicamente en el precio, pues existe un gran abanico de calidades y no conviene escoger elementos de baja calidad que no nos den buen resultado.

Es la parte más cara del todo el presupuesto. Exige que especifiquen el modelo, los materiales de que están hechos y el precio. Además de la mano de obra.

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