Renta Vitalicia: un sobresueldo para toda la vida

Muchas personas optan, tras la jubilación, por complementar sus ingresos a través de una renta vitalicia.

El inicio de esta actividad es fruto de una necesidad social como es el bienestar de las personas mayores. En los años 90, eran cada vez más las personas que se jubilaban que aunque teniendo un inmueble en propiedad, sus ingresos disponibles no estaban a la altura, ni de su patrimonio ni de sus necesidades. Hacía falta articular un sistema en el que pudieran disponer de otra pensión a partir de estos inmuebles. Es lo que posteriormente, con el desembarco de la Banca, se denomina liquidación patrimonial.

En el año 1998 un reducido grupo de profesionales emprendedores, que provenían del sector asegurador e inmobiliario, decidió dar cobertura a estas necesidades con la fundación de Gestión Vitalicio Vivienda. Esta pionera iniciativa pronto tuvo una gran acogida en el entorno de las personas mayores y en especial de sus beneficiarios.

El objetivo de Gestión Vitalicio Vivienda no es otro que complementar los ingresos de las personas mayores de 65 años para que obtengan un sobresueldo logrando de esta manera garantizar una calidad de vida digna que no se modifique con el paso de los años.

El beneficiario transmite sólo lo que se denomina Nuda Propiedad y mantiene el usufructo. Es decir, mantiene el derecho a seguir viviendo en su piso como siempre y durante toda la vida. Por lo tanto, queda una titularidad compartida, y así queda reflejado en el Registro de la Propiedad.

Gestión Vitalicio Vivienda se encarga de todos los gastos de formalización de la escritura y a partir de la formalización del contrato.

Se trata de una operación que optimiza la renta del beneficiario; si bien no hay opción a rescates posteriores de la propiedad por parte de herederos, la renta que consigue el beneficiario es superior a las alternativas que el mercado ofrece. La renta obtenida depende fundamentalmente, del valor del inmueble y de la edad del beneficiario y en los casos de matrimonios, tanto el usufructo como la renta vitalicia serán siempre para los dos cónyuges.

El beneficiario tendrá la opción de alquilar su inmueble sin perjuicio de la renta vitalicia. Esta es una facultad que facilita el acceso a plazas residenciales a personas que lo necesiten.

Las ventajas fiscales que se introdujeron en relación a estas rentas temporales o de por vida son las que hacen que este producto resulte muy interesante a los más mayores.

Después de casi dos décadas a su servicio, Gestión Vitalicio Vivienda sigue ofreciendo a sus clientes lo que ellos quieren: máxima renta y total garantía.

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