Maria Burrel: "Barcelona tiene mucha oferta pero en el Hotel Reding Croma me encuentro como en casa"

Hoy en día existe competencia en todos los sectores de negocio pero, centrándose en el caso de la ciudad de Barcelona, el sector del turismo es uno de los sectores en los que la “batalla” está garantizada para todos los participantes.

Con un total de más de 700 establecimientos turísticos, según las últimas estadísticas recogidas por Idescat, los ejemplos de fidelización de clientes son escasos debido la variabilidad de los precios según las diferentes épocas del año así como de los niveles de ocupación.

Aún con estas cifras, hay personas que aprecian más valores tradicionales como la confianza y el trato personal con el personal con el hotel que otras aportaciones o extras que puedan encontrar en la oferta.

En esta línea, hace ya más de 14 años que el Hotel Reding Croma, un hotel-boutique situado en el centro la ciudad condal, aloja a la Sra. Maria Burrel, manresana y Directora de equipos para el sector empresarial, a quién le gusta poder disfrutar de su tiempo cada vez que viene a Barcelona.

“Todo fue a partir de la idea de aprovechar la ciudad y estar en plan turista”, comenta Burrel al recordar cómo, después de vivir muchos años en el extranjero, quería ver Barcelona sin prisas y poder descubrir toda la oferta que tiene. “Es algo que normalmente nunca hacemos porque siempre vamos corriendo”, concreta.

De hecho, Burrel prefiere caminar a correr: “Voy caminando a todos lados, y no cojo nunca el metro”. El poder ir andando a cualquier lugar desde el propio Hotel Reding es uno de los pilares que sirvió para atraer en su momento a esta clienta ahora tan fidelizada. “Si voy a los cines Verdi, a la Ciutadella etc. Quería estar en un sitio céntrico para poder ir andando”, recuerda acerca de cómo el Reding fue la tercera opción de los hoteles que visitó y la que finalmente triunfó.

Habitación 506
A lo largo de los años, un hotel puede variar mucho sus interiores y, en este caso, así lo ha hecho Hotel Reding Croma con su filosofía de colores en sus 44 habitaciones. Aún así, Maria Burrel ya repite siempre su experiencia en Barcelona en la misma habitación, la número 506 de la quinta planta, de color azul.

“Realmente no la pido pero, con las restricciones al tabaco, la quinta planta es la única con habitaciones con terraza en la que poder fumar”, explica acerca de una habitación que ya forma parte de su vida. “A veces me subo el café con leche y me pongo a trabajar desde la terraza, ¡como si estuviera en casa!”, cuenta con una sonrisa.

“Mucha confianza”
“Barcelona tiene mucha oferta pero aquí me encuentro como en casa”, aclara Burrel acerca de su larga relación con el Reding Croma y los miembros del equipo. En estos años ha podido ver cómo han evolucionado y actualizándose a las nuevas demandas y tendencias del mercado, pero sin perder un punto por ello en aspectos como el trato personal.

“Una vez anduve tanto que tuve una herida en el pie, y una chica del equipo me buscó y ayudó a poner una tirita”, recuerda al hablar de la ayuda que siempre brindado el personal cada vez que ha venido a Barcelona.

Ella mismo reconoce que, al haber tantos hoteles en Barcelona, es posible que los haya con más servicios o más nuevos en el mismo barrio, pero que no son los aspectos que más le interesan: “Para mí lo más importante es poder estar a gusto y el trato que le dan a una”, resume convencida.

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