Ya a la venta ‘Sones de Iemanyá’, la nueva novela de JB Rodríguez Aguilar

La carrera de JB Rodríguez Aguilar está marcada por las artes, en concreto, por la música y la literatura. Si bien la primera se quedó más acotada al ámbito académico y personal, como escritor, ya suma cinco libros publicados, además de distintas colaboraciones en blogs, revistas y traducciones. Estos títulos son Cuentos de indagación y neurosis (colección ganadora del XIV Premio de Cuentos del Ateneo de La Laguna 2008), Umbrío, entre los muertos, La rueda del extravío, El berbequí y Sones de Iemanyá, su nueva y esperada novela.

Sin duda, con esta cuarta novela, JB Rodríguez Aguilar ha sabido reunir las dos pasiones que han marcado su vida: la música y la literatura. Y lo ha hecho a partir de dos historias diferentes en tiempo y espacio que pueden leerse por separado, pero que al final cobrarán un sentido único.

La primera de ellas se sitúa en Madrid a finales del siglo XX, en un ambiente muy musical. Jorge, un estudiante de Canto frustrado y algo neurótico, vivirá un auténtico torbellino al enterarse de que debe sustituir a su compañero en el papel principal de La traviata. Y más aún cuando sepa que su gran ídolo, el tenor Alfredo Kraus, lo escuchará cantar. Los miedos de Jorge hallan contrapeso en su novia y psicóloga personal, Marta, quien estará a su lado hasta que, por casualidad, descubran la sorpresa que la vida les tiene reservada.

Siempre he sido un gran apasionado de la ópera y me apetecía mucho ambientar una de mis historias en ese mundo, así como reflejar las obsesiones de sus cantantes. Así, aparece la figura de Alfredo Kraus, uno de los grandes tenores del pasado siglo, en la trama de Madrid.

El segundo relato hace viajar al lector hasta un evocador Brasil, en la década de los 60 y 70. Coincidiendo con el golpe militar de 1964, Amanda, una mulata sensible y apasionada bailarina de una modesta compañía de ópera, conocerá al amor de su vida, el argentino Mauricio Larramendi, que trabaja en la principal empresa petrolífera del país. Ambos serán víctimas de la convulsa situación política de Latinoamérica en la época.

La novela respira del realismo mágico para hacer cruzar estas tramas en dos puntos esenciales: Kraus y La traviata –es decir, la música–, y el mar, donde la diosa y reina de las aguas Iemanyá se materializa en las emociones y el porvenir de los protagonistas, llevándolos hasta su nexo. Sones de Iemanyá es un homenaje a la música y al mar, pues a través de estos dos elementos se desarrollan las vidas de los personajes, que fluyen con ellos y se mecen en sus vaivenes. Los personajes ascienden y caen, vuelven a levantarse, tropiezan y siguen adelante. En resumen, ven la luz y también son oscuridad, como la vida misma.

Me apetece, en este momento como escritor, mezclar géneros, seguir experimentando y sorprendiéndome con cada nuevo germen de historia. Todo ello en busca de una escritura más libre, más fluida y creativa, y que conecte mejor con el lector actual en cuanto a la temática.

Aunque lo que más llama la atención es la forma en que JB Rodríguez Aguilar quiere llegar hasta el público. En Sones de Iemanyá, no hay más narradores que la voz directa de los personajes. La historia de Jorge y Marta es puro diálogo, nada más; un formato más cinematográfico y teatral que narrativo. Amanda, por su parte, cuenta sus peripecias en formato de diario o carta, haciendo cómplice al lector y convirtiéndole en un personaje más. Y aquí la novedad, ya que el autor no solo pretende transmitir emociones, sino expresarlas con pureza y realismo, sin el filtro de ningún narrador que no sea el interior de los protagonistas.

El mayor reto a la hora de construir la novela fue articular dos tramas en tiempos y lugares distintos, y con un enfoque narrativo diferente para cada una de ellas: diálogos puros para la historia de Jorge y su novia Marta en Madrid, y narración epistolar en primera persona en la trama de la bailarina Amanda en Brasil.

Sones de Iemanyá ya puede adquirirse en las plataformas habituales, como Amazon o Casa del Libro, y en las librerías españolas (por encargo). Sobre sus próximos trabajos, JB Rodríguez Aguilar comenta: «He acabado de escribir uno de mis experimentos narrativos hace nada, en el cual mezclo el mundo de las bibliotecas con el de los animales. Espero que pronto vea la luz».

Biografía
JB Rodríguez Aguilar (Madrid, 1973) es escritor, traductor y bibliotecario. Ha realizado los estudios de Bellas Artes en la Universidad Complutense y el grado medio de Música en el Conservatorio de Arturo Soria de Madrid. Como escritor, ha publicado cuatro novelas: Umbrío, entre los muertos (2011), acompañada de la banda sonora original compuesta por el músico Eduardo de la Iglesia; la novela corta La rueda del extravío (2013); El berbiquí (2014) –todas ellas editadas por Éride–; y recientemente, Sones de Iemanyá, publicada por Malbec en 2017. Asimismo, es autor de la colección de relatos fantásticos Cuentos de indagación y neurosis, ganadora en 2008 del XIV Premio de Cuentos del Ateneo de La Laguna, publicada por dicha institución en 2010 y reeditada por Éride en 2015. Ha colaborado, además, como redactor en antologías, blogs y revistas culturales, como Culturamas o Salamandra, así como en la página web del Ayuntamiento de Madrid. Como traductor del portugués al castellano, ha traducido en solitario la novela Los bruzundangas (Rapsoda, 2016), del escritor brasileño Lima Barreto (1881-1922). Y junto a Bethania Guerra de Lemos: las antologías de relatos Cuentos de Madurez (Pre-Textos, 2011) y Cuentos fluminenses (Rapsoda, 2015), de J. M. Machado de Assis (1839-1908); la novela La corrala (Plaza y Valdés, 2016), de Aluísio Azevedo (1857-1913); y el poemario Días insólitos (Manuscritos, 2013), de Márcio Catunda.

Web del autor: www.jbrodriguezaguilar.com

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *