Los bebés de entre 4 meses y 3 años que aprenden inglés pueden ser bilingües

Se ha demostrado que el cerebro de los bebés que crecen escuchando dos idiomas se desarrolla de un modo diferente a los que aprenden un solo idioma. Para ser realmente bilingüe, un bebé deberá comenzar con el aprendizaje de ambos idiomas antes de los 11 meses.

En España, el inglés siempre ha sido una de las asignaturas pendientes. Hoy en día es un factor clave en la mayoría de trabajos cualificados y es un elemento de socialización en un mundo global; quien habla inglés puede desenvolverse con personas de otras culturas y viajar a casi cualquier parte del mundo.

El uso del inglés en las aulas sigue siendo tardío en algunos casos insuficiente. Por ello muchos padres buscan opciones alternativas para que sus hijos comiencen a impregnarse de esta lengua desde que nacen, y de esta forma, evitar las futuras barreras que a veces se tienen que superar con esfuerzo.

En la escuela infantil Montemar, tienen un objetivo claro, fomentar el aprendizaje natural del inglés en bebes, y explican la importancia de empezar cuanto antes y qué métodos se deben utilizar para lograr el éxito:

Por qué empezar desde bebés a aprender inglés
Desde los 4 meses, los bebés tienen un gran poder de absorción, están desarrollando su capacidades para conocer su entorno y para poder comunicarse con él.

En estos meses que aún no tienen una lengua dominante, tienen una capacidad total para aprender de forma natural dos idiomas. Paso a paso el niño o niña podrá ir entendiendo palabras, frases e ir produciendo sonidos similares a los que haya sido expuesto.

La necesidad de comunicación hace que el bebé se esfuerce inconscientemente para desarrollar la capacidad de hacerse entender, esto no ocurre solo con el idioma, sino también con las expresiones faciales y los gestos.

Un bebé que haya sido expuesto al inglés y al español con los métodos adecuados, no experimentará dificultades para familiarizarse con ambos idiomas y por tanto podrá tener un mayor dominio del inglés en el futuro con mucho menos esfuerzo.

Qué métodos hay que tener en cuenta para la exposición al inglés
La responsable del programa de educación de la guardería bilingüe Montemar indica que el aprendizaje de un idioma para un bebé no debe tomarse como una asignatura común, sino que tiene que ser un proceso de aprendizaje natural; y ofrece varios consejos que cualquiera puede llevar a cabo para ayudar a los niños a tomar contacto con el inglés desde sus primeros meses:

Presencia del inglés en tareas rutinarias
El inglés no tiene que ser una asignatura o una obligación, introducir el idioma en tareas del día a día de forma natural es lo aconsejable, de modo que el bebé lo perciba como un elemento más de su entorno.

Juegos y canciones
Intentar incluir el inglés en el contexto de juegos y canciones es muy positivo. Así se consigue que los más pequeños afronten este reto con una actitud positiva y no sólo no lo rechacen, sino que disfruten con él.

Repetición
Además de estimular, es posible utilizar los juegos y canciones como elementos de repetición, que ayudan al bebé a asimilar conceptos de forma más sencilla.

Refuerzo positivo
No hay que forzar a los bebés a que hablen inglés, tiene que ser un recurso y no una obligación. Exponer a los más pequeños al inglés de forma natural hará que ellos den el primer paso cuando se sientan seguros. Es recomendable recompensar el empleo del inglés por parte del niño animándole a hacerlo cuando le sea posible.

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