Colores y tradiciones en la Semana Santa de Barcelona

La Semana Santa llega temprana este año en el calendario de festividades (última semana de marzo), por lo que si se tiene la idea de aprovechar y realizar una pequeña escapada en forma de viaje, ha de prepararse con antelación. Con más motivo en caso de querer visitar una ciudad tan llena de vida como es Barcelona, y es que es una de las pocas ciudades que en estas fechas combina diferentes tradiciones muy particulares. ¿Qué tienen de especiales estas fiestas en la ciudad condal?

Por una parte, aunque normalmente se asocian con las imágenes que proceden de los pasos de Andalucía, en Barcelona se encuentra el Paso de La Borriquita, que se celebra el domingo de Ramos en Ciutat Vella, y la Procesión de la Virgen de la Macarena, que se celebra el Viernes Santo y empieza en el Raval y termina en la Catedral, por lo que amabas transcurren por el centro de la ciudad.

Pero es el domingo de ramos, cuando se bendicen las ‘palmas’ que se llevan junto a palmones y ramos de laurel a las iglesias, cuando empiezan otros de los momentos especiales: es la ocasión en que las madrinas regalan a sus ahijados juguetes y chocolate. Pero este dulce tiene realmente su razón de ser el Lunes de Pascua.

Figuras de animales, personajes de videojuegos, dibujos, y hasta futbolistas. Cientos de opciones que inventan las pastelerías con tal de conseguir la mejor ‘Mona de Pasqua’ que los padrinos puedan regalar. Con una gran cantidad presente de colores en cada una de estas obras de arte, los más pequeños de la casa se rinden ante todas estas diferentes formas que adopta el chocolate. Y es que cada mona utiliza un molde de figuras con patrones distintos que convierten las horas de trabajo artesanal en una obra única.

Con este arcoíris de colores que iluminan las vitrinas de las calles de aromas y momentos para fotografiar, las familias se reúnen y salen a pasear por las diversas zonas de la ciudad. El objetivo es compartir las alegrías de los más pequeños ante una jornada tan dulce y sin el gran bullicio de personas habitual, ya que muchas tiendas echan el cierre y aprovechar un lunes con los más queridos para realizar muchas actividades organizadas para esas fechas .

Pero para poder llegar a tiempo al gran número de lugares que visitar y actividades a realizar, lo mejor es estar situado estratégicamente. La mayoría de acontecimientos de Semana Santa tienen lugar en el centro de la ciudad, por lo que un alojamiento lo más cercano posible es una ventaja.

Es el caso de establecimientos como el Hotel Reding Croma, que combina lo mejor de un establecimiento con todas las comodidades junto a una localización que permite ir andando a cualquier lugar de interés de la zona centro de la ciudad.

Si se quiere vivir una Semana Santa diferente, Barcelona aguarda un año más una época de tradiciones con dulces recuerdos para todos sus visitantes.

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