La colocación de depósitos contra incendios es obligatorio en determinados tipos de edificios para asegurar el almacenamiento y distribución del agua en caso de un fuego accidental. Los tanques deberán situarse en puntos cercanos a zonas habitadas, pero siempre con una protección eficaz que evite otros problemas como la legionella.
Los depósitos contra incendios se basan en dos tipos de medidas, de protección activa y de protección pasiva.
Protección activa:
Están diseñadas para asegurar la extinción de cualquier posibilidad de incendio lo más rápido posible, evitando de esta manera su propagación.
Protección pasiva:
Estas medidas tratan de minimizar los efectos dañinos del incendio cuando éste ya ha ocurrido, con el fin de evitar la distribución de las llamas y el humo, permitiendo de esta manera la evacuación rápida y ordenada de las personas que habitan las viviendas.
¿Cómo debe ser el diseño de depósitos contra incendios?
Deben tenerse en cuenta los materiales con los que se fabricará, para asegurar una capacidad de circulación de agua correcta y, sobre todo, evitar la contaminación del agua, para lo que se necesitará un sistema de desinfección y control de la calidad del agua.
Es importante contar con una empresa experta en este tipo de depósitos, tanto en el diseño como en la construcción y montaje de los mismos. Una de ellas es Tankero, que cuenta con proyección internacional en el sector de los tanques de agua y otros líquidos, ofreciendo un servicio integral desde el inicio del proyecto hasta su instalación y posterior mantenimiento en aquellas construcciones que sea necesario.
Tankeros fabrica depósitos contra incendios y otro tipo de usos, adecuados al tamaño de la edificación y al espacio disponible para la colocación del tanque, eligiendo la forma más útil, ya sea circular, en forma de L, así como la colocación de uno o varios para dar la mejor solución a cada caso.