Cómo establecer un espacio de trabajo profesional

Ser freelance o autónomo no es nada fácil. Para vivir de ello con cierta estabilidad, es imprescindible que los profesionales aspirantes sepan promocionarse y conseguir una cartera de clientes fieles. Seguramente deban consagrar parte de sus esfuerzos a elaborar un sitio web personal, en el cual se añadirá un currículum y posiblemente un portfolio. También sería imprescindible agregar enlaces a redes sociales como Twitter o Facebook, en las cuales sería importante que permaneciera activo dando opiniones diarias acerca de su sector. Internet es un mundo grande y, sobre todo, anónimo. Este tipo de cosas, bien planificadas y llevadas a buen término, marcan la diferencia.

Pero no es lo único que podemos hacer. Nuestro trato con el cliente importa y, siempre que sea posible, es decir, siempre que los susodichos clientes residan en el área geográfica de la persona que ofrece sus servicios, es esencial contar con un despacho o un lugar de reunión. Pero ¿qué tipo de despacho sería importante adquirir o montarse en función de diferentes profesiones? ¿Qué recursos y materiales debemos comprarnos? ¿Qué tipo de financiación podemos usar para conseguirlos? ¿Tal vez deberíamos ahorrar durante varios meses antes de cumplir nuestro sueño de abrir el despacho ideal, o por el contrario es mejor idea solicitar créditos rápidos online?

La respuesta a todas esas preguntas es más o menos la misma. En el caso de los recursos necesarios, y aunque varíen en función de la profesión, siempre se dividen en varios tipos de uso: espacio de trabajo y espacio de reuniones con clientes. En cuanto a la financiación, la combinación de ambas cosas, ahorro y crédito, es probablemente la mejor, reservando lo segundo, que es más inmediato, a aquellos materiales que necesitemos usar de manera básica y diaria. En cualquier caso, el primer paso es el más evidente: alquilar un local o, como mínimo, utilizar una o dos habitaciones de nuestro hogar, que, si bien requiere una separación profesional entre intimidad y trabajo cada vez que recibamos a algún cliente, también es una buena manera de ahorrar costes.

Ahora, sería importante repasar el tipo de oficina o despacho privado que necesitaremos en función de algunos trabajos. En el caso de los fotógrafos y las fotógrafas, el despacho pasa a denominarse «estudio de fotografía», y lo ideal es disponer de un espacio iluminado pero que, al mismo tiempo, sea versátil a la hora de mitigar esa luz. Si las ventanas incluyen persianas y si contamos con luz artificial graduable en el techo o desperdigadas por la estancia, mejor.

Naturalmente, un estudio de este tipo no es tal sin la presencia de un plató fotográfico, para el cual necesitaremos focos de luz continua o flash, y un fondo. Esto último puede ser una pared blanca, pero es más recomendable un fondo de vinilo, tela o ciclorama. Por supuesto, no podemos olvidarnos de las cámaras, y deberíamos tener una de cada tipo y un trípode, así como mesas y corchos para desperdigar las fotografías que vayamos haciendo, y mobiliario en el que guardar recargas de baterías, material de oficina y otras cosas de interés.. Un ordenador MAC con programas de diseño como el Adobe Photoshop completaría el espacio de trabajo.

En realidad, el estudio fotográfico sirve de base a profesiones similares, pero no iguales. Por ejemplo, un estudio de diseño gráfico también usará como base el ordenador y los programas de diseño, aunque, en este caso, el plató deja de ser necesario, y en su lugar es posible que necesitemos una mesa de dibujo con folios A3, A4 y de todos los tamaños posibles para hacer bocetos. Por su parte, un estudio de arquitectura requerirá una inversión mayor y posiblemente préstamos rápidos más elevados, ya que se trata de un trabajo en el que hay que pasar muchas horas bocetando. Por eso, las mesas de dibujo retráctiles son una gran opción, así como dispositivos electrónicos portátiles, como las tabletas gráficas, que sustituyan en la medida de lo posible a las impresoras.

En cualquier caso, todos estos espacios de trabajo tendrán algo en común: una zona específica con sofás, escritorio o mesa de centro para recibir a los clientes. Se llevarán una grata impresión de tu espacio de trabajo si sigues estas pautas.

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