Aristopet da las claves para pedir un perro en Reyes Magos

Todos los años surge el mismo debate ante la petición de algunos niños a SS.MM de Oriente de un perro. Para Aixa Poisneuf, CEO de Aristopet, la tienda online para todo lo que las mascotas necesitan y muy implicada en evitar los abandonos «un perro lleva consigo una gran responsabilidad, necesita cuidados, requiere ser atendido, cuidado y entendido en sus necesidades y, por supuesto, debe ser protegido y amado como uno miembro más de la familia que es, por lo tanto es muy importante tener en cuenta todas esas cosas y tenerlas muy claras antes de adquirir el compromiso de tener uno ya que esa responsabilidad es para siempre, hasta que el perro muera».

¿Adoptar o comprar?
Victoria Martínez del Campo y Ricoy
, veterinaria y dueña de la clínica Vetsos es firme: «En España se abandonan más de 100.000 mascotas al año. Esta estadística responde a la pregunta: Adoptar siempre». Aprovechando que se quiere compartir la vida con un animal de compañía, ¿Qué mejor que darle una oportunidad a uno que esté en un refugio? Lo que ocurre es que se vive en una sociedad cada vez más radicalizada en varios sentidos, y uno de ellos es el de los animales. «Si compras un cachorro te expones a duras críticas por no adoptar, pero oiga, estamos en un mundo libre, y también tenemos derecho a decidirnos por una determinada raza. Eso sí, mi recomendación es que si vas a comprar lo hagas de la manera más respetuosa con el animal. No perder jamás de vista que son seres vivos que sienten y padecen», explica.

La experta reconoce que la Navidad es un buen momento para regalarlo: «a mí me parece una fecha muy bonita para la llegada de un perro a casa, están los niños de vacaciones, es una forma de darle importancia a la llegada del cachorro, y si encima lo traen Papá Noel o los Reyes, ya se convierte en mágico del todo. Pero eso sí, nunca debe ser un impulso la compra de un perro. Es un ser con el que vamos a compartir los próximos igual 14 o 15 años. Merece al menos que sea una decisión bien meditada», razona.

La experta recuerda también que «debemos saber que ese precioso cachorrito que apetece estrujar todo el rato, lo primero que va a hacer al llegar a casa es un pis de bienvenida en nuestra alfombra favorita. Y luego una caca, y luego otro pis y así hasta que termine todas sus vacunas, para lo que con suerte solo falta un mes, si no dos. Es en ese momento que podremos empezar a educarlo». «También debemos saber que además de manchar, va a morder, romper, destrozar a veces, muebles, ropa, paredes, juguetes etc. Además corremos el riesgo de que si se queda solo comience a entonar sus cánticos de melancolía, con las consecuentes broncas y/o denuncias de los vecinos. Va a tirar de la correa hasta que consigamos (o no) enseñarle a que no lo haga. Si nos sale muy dominante, vamos a tener que llevarlo atado, o con bozal incluso, si encima es de una raza considerada peligrosa. También debemos saber que nos vamos a gastar en él un presupuesto, tanto en veterinario, como en comida, que no bajará de 500€ al año (si lo queremos tener bien cuidado y todo en regla), y eso si no se rompe una patita o hay que abrirle el intestino porque se haya tragado el chupete del niño, que entonces el gasto se multiplica», recuerda. «Y debemos estar dispuestos a todo ello, sin peros y sin dudas», recalca.

Beneficios para los niños
Desde hace tiempo se conoce la utilidad de la terapia con animales para algunas patologías neurológicas infantiles. Manuel Antonio Fernández, más conocido como ‘El Neuropediatra’ lo explica: «Para niños con autismo y otros trastorno del neurodesarrollo se realizan terapias regladas con diversos animales como caballos, delfines etc. Por otro lado, el uso de animales como los perros para finalidades de apoyo a personas viene de antiguo como por ejemplo los perros guías de los ciegos con los que la ONCE trabaja».

La Escuela de Medicina de la Universidad de California en Irvine (UCI) publicó un estudio que respalda los efectos positivos de la terapia con perros para reducir los síntomas del TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad). El estudio dividía a los participantes en mitad con perro adiestrado y mitad sin él. Los resultados fueron más positivos para aquellos niños que contaban con perro en la terapia. Eso sí, un perro adiestrado.

Fuera de estos estudios, la información existente no es muy amplia. A pesar de ello, el mero contacto con animales como los perros, que cuentan con una comunicación no verbal de alta intensidad, parece ser favorecedor para los niños con trastornos del desarrollo como el TDAH.

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