Promoción de la salud y prevención de la enfermedad del Centro Vida Nueva

El consumo simultáneo de varias drogas siempre ha existido, pero entre los consumidores de sustancias psicoactivas se está extendiendo cada vez más el fenómeno del policonsumo. A esto se suma la relación estrecha que existe entre el consumo de drogas y los tiempos de ocio. Así pues, el consumo de alcohol, cocaína y de cánnabis está creciendo considerablemente en los últimos años debido a su aceptación social y el consumo social.

Además, con el paso del tiempo la tipología de dependencias se ha ampliado y el contexto se ha complicado, dando lugar a dependencias sin sustancias tóxicas como son la comida, la hipersexualidad, internet, el móvil, el juego, las redes sociales etc. por ello se ha ampliado el foco de intervención del proyecto ofreciendo ayuda a personas con diferentes tipos de dependencias con o sin sustancias.

La semejanza que presentan las adicciones químicas y las psicológicas es que constituyen una vía de escape no saludable para resolver conflictos y presentan una clara pérdida de control. Por ello, dentro del proyecto se atienden personas en riesgo y/o situación de exclusión por algún tipo de dependencia, sea o no tóxica. Se busca prevenir cualquier tipo de adicción y en el caso de que ya exista se trabaja sobre la adicción y la causa que la originó. Esto es, se interviene sobre lo que desarrolló un trastorno de personalidad dependiente en la persona, en vez de atender solo la adicción o la sustancia que es objeto de la adicción. En primer lugar, se realiza una labor preventiva, pero en el caso de personas dependientes se ayuda con actividades de rehabilitación social. En ambas, el objetivo general y final de la ayuda siempre es la inclusión social completa y permanente, de manera que la persona pueda funcionar autónomamente en la sociedad.

Este proyecto está dirigido a personas que quieran abandonar esta problemática y quieran reinsertarse socialmente. Esta posibilidad se extiende a internos del Centro Penitenciario, ya que pueden cumplir medidas privativas de libertad y/o judiciales en régimen de interno dentro del Centro Vida Nueva.

A lo largo del 2018 se ha realizado una la labor de prevención sobre 110 menores de 18 años dentro de los talleres de prevención y 19 infanto-juveniles en el campamento de verano. Además, todos ellos han contado con el apoyo de sus familias para participar en el programa y 36 padres han participado en los cursos de formación parental.

La mayoría de los casos atendidos estaban acostumbrados a pasar una gran cantidad de horas fuera de casa, lo cual favorecía que formasen grupos en la calle con riesgos de conflictos, violencia y adicción (con y sin tóxicos). Además, a esto se le unía en la mayoría de los casos conductas asociales graves y una actitud de rebeldía y desafío. El 92% contaba con fracaso escolar y se les ha ayudado con las asignaturas que tenían pendientes.

Para más información el Centro Vida Nueva cuenta con una web de testimonios de éxito de reinserción.

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