Ética y Alzheimer: Consideraciones y consejos para cuidadores

Alzheimer

Debido al deterioro cognoscitivo de un paciente que presenta un casi de Alzheimer, se presentan cuestiones éticas y consideraciones que a veces son bastante difíciles de gestionar o asimilar. El alzhéimer es una del as enfermedades sin cura conocida más terribles que hay, en ella se presenta un deterioro de la memoria, el razonamiento lógico, el juicio, la orientación y otras habilidades cognitivas. Esto hace que el paciente habitualmente pierda la noción del tiempo y el espacio en los primeros síntomas e incluso olvide toda o gran parte de su vida en los estadios más avanzados de la enfermedad.

Se han hecho muchos estudios sobre esta enfermedad en países desarrollados, y los expertos indican que más menos entre el 4 y el 10% de las personas que pasan los 65 años, tienen una demencia bastante grave. Sin embargo, si vemos a la gente de la misma edad que presenta síntomas leves de esto, el porcentaje asciende a entre un 10 y 15%.

Y está claro que prolongar la esperanza de vida ha sido un logro impresionante en la medicina, sin embargo, la enfermedad del Alzheimer es el talón de Aquiles de esta, no solo por lo que representa, sino porque se duplica cada cinco años. Por ejemplo, se estima que más del 45% de la gente que tiene más de 85 años, padece síntomas de demencia avanzados.

Cuestiones éticas

Algo que se debe tener en cuenta, es que un médico no debe ser considerado como el representante legítimo del paciente que padece Alzheimer, a menos que no haya sido comisionado como tal. Diagnosticar a un paciente con esta enfermedad es tremendamente complicado, aunque se han puesto a servicio de todos algunos instrumentos útiles para facilitar este diagnóstico.

Por ello, hay cuestiones éticas y legales complejas de determinar, por ejemplo, cuando el cuidador o médico debe recomendar que se renueve o no el carnet de conducir al paciente. Esto entra en conflicto entre el bien común y el bien del paciente y a veces es difícil hacer balanza de ello. Sobre todo, porque en algunos pacientes les afecta de tal manera que no son capaces de tomar decisiones rápidas, algo fundamental para conducir.

Por eso, siempre hay que tener muy clara la relación médico/cuidador y el paciente, ya que no debe interponerse la relación personal que se tenga con él o ella, con las obligaciones médicas.

Por todo esto, es d vital importancia que, si un cuidador no es miembro de la familia, estreche lazos con ellos, el desgaste físico y mental de cuidar a una persona con esta enfermedad es bastante grande, por ello cuanto mejor ambiente se cree, mucho mejor será para el paciente, evitando el estrés, la sensación de soledad y otras emociones que pueden agravar la enfermedad.

Sin embargo, si el ambiente es bueno y la relación tanto con la familia como con el cuidador, son excelentes, se favorecerá a una mejor salud del paciente, tanto física como mental, ayudando a que no se agrave rápido la enfermedad.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *