Hotel Reding Croma y la tecnología exploran nuevas formas de relacionar los colores con los viajes

Cuando una persona se decide a emprender y planificar un nuevo viaje, muchas veces tiene en cuenta una primera imagen que ha visto a través de una revista, un vídeo o una fotografía. Uno de los aspectos que más impacta de esta idea de destino es el color que predomina y que marca ese destino en la retina. Ante esta relación de color-destino se han creado guías y consejos que se pueden encontrar por la red, pero se puede usar también una herramienta que varía el modo de búsqueda y, a partir del color que se selecciona de su tabla, ésta indicará cuál es el destino deseado.

Explorra, web especializada en viajes, tiene este apartado tan colorido formado por sesenta tonalidades. Al escoger un color, aparecen una serie de fotografías que contienen el tono de color elegido y es en las leyendas de la fotos donde aparece el destino turístico y un enlace hacia la guía del destino escogido, donde normalmente aparece todo tipo de información sobre ese lugar.

Además, este proyecto tiene un aspecto interesante, y es que es una web colaborativa, de forma que cada usuario puede crear su viaje ideal o subir sus fotografías para compartir sus experiencias con la comunidad y ver si finalmente ha sido útil o no la herramienta.

De esta manera las nuevas tecnologías abren las puertas a una visión del destino de viaje, que muchas veces ya viene condicionada por la imagen que estos propios destinos turísticos quieren ofrecer, algunas veces más auténtica y otras marcadas por intereses económicos o promocionales.

Pero siguiendo las líneas generales, es interesante hacer un repaso de algunos de los ejemplos más significativos de relación destino-color:

Si gusta el rojo, una buena opción es visitar el Gran Cañón del Colorado o la inquietante Ayers Rock de Australia. También ciudades como Marrakech o como la histórica Petra, en Jordania.

Si por el contrario gusta el azul, el viaje puede llevar a la Antártida o a bordear las frías aguas del Ártico. Aunque también se pueden dejar de lado los destinos más gélidos y visitar una playa paradisíaca del Caribe o la Polinesia. Otro ejemplo representativo es Chaouen, el pueblo azul de Marruecos, o por Júzcar, la localidad española convertida oficialmente en ‘pueblo pitufo’.

El verde es mucho más fácil de encontrar, ya que remite a paisajes frondosos. Un viñedo francés, un valle de los Alpes en primavera, un prado escocés…

Como se puede observar, la variedad cromática también ofrece un mundo de posibilidades. En el caso de Barcelona, siendo un único destino, hay muchos espacios que apuestan por gamas cromáticas diferentes, buscando atraer al turismo dentro de un sector muy competitivo. Un ejemplo de ello es el Hotel Reding Croma, situado en pleno centro de Barcelona y cuya filosofía de colores refuerza la importancia del color en el destino.

La intención del diseño de este hotel se ve reflejada en aspectos tan llamativos como el haber asignado un color distinto a la decoración de cada planta: azul, amarillo, verde, naranja o rojo. De la misma manera se pueden encontrar una serie de ideas específicas reflejadas en forma de palabras y distribuidas por los pasillos. Estos detalles no hacen sino reforzar cómo un color puede transmitir sensaciones y experiencias que moldean el recuerdo de un destino al que se haya viajado, consiguiendo que la ciencia y la tecnología se den la mano para seguir evolucionando dentro del mundo de los viajes.

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