Una, diez, mil emociones sobre ruedas. Santiago Elordi vuelve implacable con su libro "La Panamericana"

La editorial La Huerta Grande se ha encargado de traer a las librerías la última obra de Santiago Elordi: La Panamericana. Lo ha hecho apostando por la calidad, por aquellos títulos que se ganan por su propia mano un lugar predilecto no solo dentro de los corazones de los lectores sino también en la historia de la literatura.

Santiago Elordi, escritor y documentalista chileno, elaboró esta trama echando mano de las notas personales de viaje que compilara años atrás, en una ruta similar a la que se describe en La Panamericana. El libro, que recupera la tradición beatnik y la dota de una dimensión personal apoteósica, narra la historia de Vicente Concha en su camino de regreso a Santiago de Chile, su ciudad natal.

Pero después de pasar años lejos de allí, este retorno no se producirá por motivos nimios. Vicente descubrirá la existencia de una hija que vive en la capital chilena, Diotima, así que se pondrá en marcha para conocerla. Sin embargo, será en el camino, en un puerto del Amazonas colombiano, donde encontrará a aquellos que cambiarán de forma irreversible su vida: los tres, un trío de esperpénticos viajeros dotados de una sensibilidad y fatalidad poética arrolladoras.

Ivonne, Jerónimo y Max aceptarán entonces a Vicente como conductor de su Bugatti, y juntos viajarán hasta Santiago de Chile y más allá, recorriendo la carretera Panamericana hasta los propios confines del mundo, en los hielos del sur del continente. Se configura así una historia de diversas dimensiones que el propio Vicente, a través de una locuaz y romántica narración, presenta al lector como trovador de una nueva realidad.

Es La Panamericana una novela cargada de cuestionamientos. Preconiza la libertad, la necesidad de escapar de dogmas preestablecidos, y esto es así porque la propia épica del viaje insta a la evolución, a la apertura del individuo a nuevas y desconocidas experiencias. El propio Elordi destaca que “cualquier crónica de viaje, diario de viaje, novela de viaje, aunque hable acerca del pasado, creo que nos está diciendo algo así como: todo pasa demasiado deprisa, está demasiado estructurado, mete la pata y enamórate de quien no debes, atrévete a decir lo que quieras, equivócate, rectifica tal vez, pero sobre todo viaja, viaja, que los años corren”.

Este es un libro donde el tiempo y la dimensión espacial generan una encrucijada insalvable de la que es imposible salir ileso. Y es que Vicente, en este intrépido viaje no solo a lo largo de la Panamericana sino también a través de sus propios recuerdos y nuevas vivencias, extiende su historia y la de los tres desde su actual presente: un presente informatizado, dominado por una tecnología que hiere y que coloniza las relaciones humanas.

La Panamericana, esa carretera eterna que cruza el continente americano de norte a sur, ese camino cuyos viajeros dejan marcado de experiencias, se transforma tras las líneas, la prosa poética de Santiago Elordi en una Panamericana voraz. Voraz por sus intenciones chamánicas, voraz por abordar el amor y la amistad desde infinitos planos, voraz por lo que recoge de cada lector para devolvérselo cubierto de una mayúscula interrogación.

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