Gemodiam explica cómo evitar estafas en lo que al valor de una perla se refiere

«El proceso de formación de la perla comienza cuando una sustancia extraña se cuela en la ostra e irrita el manto, que es la parte de la ostra que produce su caparazón. La ostra intenta inmediatamente protegerse de la sustancia extraña cubriéndola en capas sobre capas de nácar. Por lo tanto, una perla es simplemente una sustancia extraña que está cubierta en múltiples capas de nácar», explican en Gemodiam.

Según afirman estos expertos en gemología, las perlas reales pueden ser cultivadas o naturales. Ambos tipos de perlas crecen de la misma manera dentro de las ostras. Sin embargo, las perlas naturales son aquellas que crecen en la naturaleza sin la intervención de los humanos.

Por otro lado, una perla cultivada se crea en una granja de perlas, en la que los moluscos crecen hasta que se han desarrollado lo suficiente como para cultivar perlas. Llegado este punto, un técnico implantará en ellas un cordón quirúrgicamente y colocará al molusco en el agua para permitir que comience el proceso de formación de la perla.

«La mayoría de las perlas naturales han sido ya cosechadas, por lo que es raro verlas hoy en las tiendas. Si encuentra una perla natural, prepárese para pagar un precio mucho más alto de lo normal por ella», explican.

Cómo juzgar la calidad de las perlas reales
Si se está interesado en comprar joyas de perlas, es importante saber cómo evaluar la calidad de una perla. Según recomiendan los expertos de Gemodiam, lo primero es examinar su tamaño. Al igual que ocurre con otras piedras preciosas, el tamaño de la perla puede afectar su valor. En general, las perlas más grandes valen más que las más pequeñas.

Posteriormente, debe comprobarse la superficie de la perla. Una perla que no tiene bultos, grietas o manchas vale más que una que tiene estas imperfecciones. Además, la forma de la perla también es importante. La mayoría de las perlas reales no son perfectamente redondas, pero cuanto más cerca están de esta forma, más valiosas son.

«Por último, el brillo de una perla es lo que hace que esta piedra preciosa sea tan única, por lo que este también es un factor importante a evaluar. Idealmente, una perla debe tener un brillo natural que le permita ver su reflejo en la superficie de la perla. Si su reflejo no es visible, esto indica que la perla es de baja calidad», concluyen.

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