Los 6 beneficios del gas licuado en el sector agrícola, según Primagas

Esta semana se ha celebrado el Día Mundial de la Agricultura, un sector que también trabaja por la transición energética para dejar atrás los combustibles más contaminantes. Y es que debido a hechos como el veloz crecimiento de la población mundial o la progresiva pérdida de tierras fértiles, han saltado las alarmas para buscar alternativas energéticas sostenibles para el uso agrícola.

Actualmente en España sigue habiendo una fuerte dependencia de este tipo de combustibles menos limpios. Por ello, desde hace varios años el sector está trabajando e innovando para sustituir los combustibles contaminantes por alternativas energéticas más limpias como los importantes avances en el desarrollo de las energías renovables como la solar fotovoltaica o la eólica.

Sin embargo, las energías renovables actualmente no llegan a abastecer toda la actividad del sector y es en ese punto dónde intervienen empresas como Primagas, empresa suministradora de energía y filial española del holding SHV Energy líder mundial en distribución de gas licuado que apuestan por una combinación de energías como gas licuado, energías renovables y electricidad que permitiría afrontar esta transición energética con garantías.

Desde Primagas explican que “en el caso de los agricultores existen multitud de negocios situados fuera de la conexión de red y se ven obligados a consumir alternativas energéticas más contaminantes como el gasóleo. Este tipo de energías afecta tanto a nivel medioambiental como a los propios agricultores que trabajan con una peor calidad del aire”.

El gas licuado se ha convertido en la alternativa energética para el sector agrícola ya que es una energía mucho más limpia y eficiente que permite desarrollar las actividades del sector.

Gracias a su múltiple aplicabilidad (secado, control de plagas, desinfección de suelo, calefacción, riego, etc.) los agricultores ven en el gas licuado una alternativa energética para su negocio que, con una gran facilidad en el transporte y la distribución, permite llegar a cualquier negocio independientemente de su situación geográfica.

Además, es adaptable tanto a uso doméstico como industrial al proporcionar agua, calefacción y climatización a viviendas o servicios con bajas emisiones de CO2.

Entre los beneficios del gas licuado, además de reducir el impacto medioambiental también se extienden a la rentabilidad empresarial:

Reducción de costes: Utilizar el gas licuado supone apostar energías eficientes y de bajo coste, lo que supone una importante reducción del gasto en la factura energética de la empresa.

Versatilidad y unicidad en el suministro energético: Al ser una energía fácil de introducir en muchas fases del proceso de producción, es posible unificar todos los consumos únicamente con gas licuado.

Tranquilidad y suministro continuado: El sector agrícola necesita energía subministrada de forma ininterrumpida. Para librarse de este problema, el gas licuado se convierte en la alternativa energética perfecta.

Entorno de trabajo más limpio: El buen mantenimiento de las instalaciones es esencial para un sector alimentación que necesita un entorno sanitario e higiénico en las mejores condiciones. El gas licuado, a diferencia del gasóleo, ni provoca ni humos ni suciedades en el lugar de consumo.

Beneficios provenientes de subvenciones: El gas licuado, debido a su bajo nivel contaminante, podría suponer la entrada de subvenciones en materia de eficiencia energética para la renovación de equipos.

Unificación del proceso: Integrar todo el proceso productivo en una misma ubicación es sinónimo de maximizar los beneficios, especialmente en el entrono rural. Con la instalación de gas licuado es posible ahorrarse los costes en transporte y distribución, aumentando así los niveles de productividad.

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