El primer sector de Bizkaia se revindica como profesionales que gestionan el 85% del territorio

Lorra S.Coop, cooperativa que agrupa a las asociaciones profesionales del primer sector en Bizkaia e integra a más de 4.000 explotaciones, ha celebrado un encuentro con periodistas para tratar y debatir sobre la proyección social del sector. La Jornada se ha organizado en colaboración con la Asociación Vasca de Periodistas – Colegio Vasco de Periodistas y con la participación de Laboral Kutxa.

El punto de partida de Lorra para organizar este encuentro es la imagen distorsionada que, en general, se transmite y se tiene del primer sector. “La sociedad urbana percibe culturalmente la actividad en los baserris en una dimensión anclada en el pasado, identificándola únicamente con las tradiciones y folclore” afirma Martín Uriarte, gerente de Lorra. Para Javier Aramendi, presidente de la Asociación de Ganaderos de Orozko y ganadero “la opinión del sector está “secuestrada”; salen noticias sobre alarmas agroalimentarias o eventos rurales, pero no sobre el día a día de las explotaciones, sus problemas o éxitos”.

Frente a estas visiones, el movimiento asociativo agrupado en torno a Lorra pretende poner en valor la actividad económica de un sector profesional que gestiona el 85% del territorio de Bizkaia. Una actividad que en algunos casos es también un modelo de vida acorde con el medio natural de un territorio que es de Agricultura de Montaña.

Para tratar este y otros temas en el encuentro se ha contado con distintos especialistas. La presentación y moderación ha corrido a cargo de Montxo Urraburu, vocal del Colegio Vasco de Periodistas y de la Asociación Vasca de Periodistas. Javier Garro, responsable del Área Producción Animal de Lorra, ha hablado sobre la aportación que realiza el sector a la economía de Bizkaia. Jon Lekerika, presidente de Lorra y horticultor, ha expuesto su experiencia como baserritarra del siglo XXI al frente de su explotación. Martin Uriarte, director-gerente de Lorra, ha planteado los rasgos de la actualidad del sector y sus principales retos. Y Javier Aramendi, presidente de la Asociación de Ganaderos de Orozko y ganadero, ha aportado el punto de vista profesional ante algunos temas de repercusión social y los debates que condicionarán el futuro del sector.

En las intervenciones se ha defendido la necesaria subsistencia de un primer sector profesional respetuoso con la naturaleza y con la sociedad vizcaína. Y que reciba también el respeto de la sociedad para poder desarrollar una actividad económica digna. “Somos un colectivo que gestiona con racionalidad, con profundo respeto y cariño gran parte de la superficie de nuestro territorio, sostiene la reserva genética de especies animales y vegetales autóctonas tan intrínsecas a nuestra cultura y a nuestro territorio, y, además, proporciona alimentos de calidad” señala Jon Aramendi.

También se ha hablado de la urgencia de convencer a la juventud vizcaína de que en el Agro de Bizkaia se pueden generar empleos dignos y con suficiente generación de renta para que emprendan y así potenciar el relevo generacional. “Si no, seremos un colectivo en peligro de extinción”.

Un sector avanzado y competente
El primer sector tiene en la Comunidad Autónoma de Euskadi –CAE- un PIB del 0,8% -un tercio en Bizkaia-, pero si se enfoca todo el sector gastroalimentario llega al 10% del PIB. En la balanza local de producción y consumo destacan datos como que en Bizkaia la producción de huevos cubre el 93% de lo que se consume (154 huevos por persona y año) y que la producción de carne de conejo cubre el 64% del consumo (0,96 Kg/persona/año). En el otro extremo estaría la producción de frutas, que es del 4% de lo que se consume (109 Kg/persona/año)

La competitividad y el esfuerzo innovador que se imprime desde los baserris, se ha puesto de relieve en la experiencia de Jon Lekerika, al frente de su explotación familiar y en su activa participación en las asociaciones y foros del sector. La Comunidad de Bienes Lekes nació hace más de tres décadas en el caserío Basalbeiti del Barrio Goitioltza de Lezama de la mano de los hermanos Lekerika Andikoetxea. Ellos decidieron seguir el trabajo que 15 años antes comenzara su padre, con la misma ilusión e incorporando las últimas tecnologías con el objetivo de mejorar la calidad de los productos.

Su evolución es aplicable a la mayoría de las explotaciones, porque en los últimos 30 la transformación ha sido profunda. Hoy se habla de un sector moderno, competitivo, sostenible y acorde con el medio natural con el que comparte espacio.

La horticultura ha pasado del cultivo de pequeños huertos como complemento del baserri a tecnificadas explotaciones hortícolas en producción tradicional o ecológica. Los sidreros y txakolineros han pasado en pocos años de sistemas arcaicos a innovadores bodegas y técnicas de producción. En producción forrajera se ha pasado de almacenar hierba seca y paja a explotar los pastos como auténticas huertas de hierba. La ganadería se ha revolucionado, pasando de tener un “Arca de Noe” en cada caserío a explotaciones especializadas y muy competitivas a nivel europeo con producciones novedosas como helicicultura, germinados, emus, alpacas, setas etc.

“El primer reto del sector es trasladar a la sociedad urbana todas estas externalidades positivas de su actividad, y que el consumo responsable empieza por el consumo local” afirma Martín Uriarte.

Un sector que envejece y con escasa presencia de la mujer
El último Censo Agrario, que data del 2009, arroja una primera radiografía del sector con preocupantes amenazas, aunque será su actualización en 2019 la que permitirá fijar la foto real (Fuente de los datos: Hazi).

El número de explotaciones de Bizkaia es 7.072 explotaciones de un total en la CAE de 16.407. Un número que disminuye progresivamente. La bajada más acusada se registra en Bizkaia (-45% entre 1989 y 2009 y -36,3% entre 1999 y 2009). A nivel de la CAE se cierra una media de 830 explotaciones cada año.

En la actualidad la presencia de mujeres y hombres en el primer sector es aproximadamente del 30% y 70% respectivamente, habiendo un desequilibrio extremo en los órganos de dirección, donde la presencia de las mujeres apenas llega al 10%.Tenemos el reto de lograr su plena incorporación, su visibilidad y el reconocimiento de su aportación al sectorafirma el gerente de Lorra.

Esto mismo ocurre con la presencia de jóvenes en el campo. En Bizkaia solo el 10% de las personas titulares de explotaciones son menores de 40 años. El 48,5% está entre 40 y 65 años de edad y el 41% de titulares son mayores de 65 años.

“Tenemos un sector con una media de 60 años y un cuarto reto claro: potenciar el acceso de emprendedores al primer sector y facilitar el relevo generacional a través de políticas sensatas y coherentes y con proyectos agrarios empresariales que busquen una renta digna, una calidad de vida suficiente y hasta un modelo de vida”.

Además de estos grandes retos estructurales, se ha señalado también otros aspectos a mejorar para avanzar en la mayor competitividad de las explotaciones, como el uso de las comunicaciones y las TICs –muy por debajo del resto de sectores- la transformación y comercialización de los productos –más allá de que sean “productos vascos”- y la gestión de las explotaciones en un entorno cada vez más complejo y globalizado.

Una apuesta de futuro
Javier Aramendi ha revindicado la actividad ganadera y ha remarcado cómo los pastores y ganaderos de Bizkaia han modelado el paisaje con su actividad. “Nuestros antepasados han sido los principales responsables de la biodiversidad que albergan nuestras montañas y por ello reivindicamos su legado, puesto que la situación actual de estos paisajes es el testimonio de la convivencia entre los hombres y la naturaleza acompasando sus ritmos vitales”.

Ha recalcado la apuesta del sector por adaptar los modos de vida y actualizar los medios preservando el equilibrio entre el ecosistema y el aprovechamiento extensivo de los pastos como un modo de vida atractivo para las generaciones venideras. “El pastoreo en nuestros montes y praderas es la base de nuestros productos alimentarios tan arraigados como el queso Idiazabal, o el propio Chuleton, que han llegado a ser uno de los fundamentos de nuestra cultura culinaria y de nuestra afamada gastronomía”.

También ha manifestado la preocupación del sector sobre el cambio climático y cómo se están tomando medidas calculando la Huella de Carbono para emprender acciones que reduzcan las aportaciones de CO2 al medio ambiente. Unas actuaciones medidas y consensuadas que son tutoradas desde la propia Administración, los Centros Tecnológicos de Investigación y los Centros de Asesoramiento y Gestión del sector.

Fuente: Servicios Periodísticos

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *