La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Violante Tomás, se reunió hoy con el coordinador del proyecto Escan, Enrique Cruz, y conoció una iniciativa relacionada con la terapia y recuperación para mujeres y menores vÃctimas de violencia de género a través del acompañamiento de perros adiestrados. Tras dicho encuentro, la consejera indicó que su Departamento âestá valorando que la Red de Centros de Atención Especializada para Mujeres VÃctimas de Violencia (CAVI) pueda ofrecer este servicio a mujeres maltratadas a partir del año próximo, dentro de una experiencia pilotoâ.
La titular de Familia explicó que âse tratarÃa de aplicar una innovadora solución dentro de la terapia de recuperación psico-social de las mujeres y menores que han sufrido violencia de géneroâ, y añadió que âel perro puede proporcionar mucha seguridad a dichas mujeresâ. Violante Tomás expuso que âcuando el agresor tiene una orden de alejamiento sobre la mujer, los canes acompañan a las vÃctimas y cumplen una función de ayuda psicológica importante, pues refuerzan el papel de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y, simultáneamente, contribuyen a prevenir y proteger frente a agresiones fÃsicas por parte de los maltratadoresâ.
âLa terapia con perros proporciona recuperación y aumento de actividades gratificantes, mayor interacción social, mayores conductas de independencia y autonomÃaâ, señaló Violante Tomás. De llevarse a efecto, las psicólogas y las trabajadoras sociales de las unidades de Atención a las VÃctimas, que están al frente de la terapia, decidirÃan qué mujeres serÃan las adecuadas para seguir la terapia, en la que se trabajarÃa sobre ansiedad, autoestima, depresión, miedos, aislamiento social y dependencia.
En cuanto a las condiciones que deberÃan reunir las mujeres que participen en el proyecto, la consejera especificó que deberÃan cumplir dos requisitos legales, que son âuna sentencia judicial firme por violencia de género y orden de alejamiento del agresor en vigor, que indican que las vÃctimas realmente tienen una necesidad de protecciónâ. Posteriormente, los adiestradores valorarÃan que la vÃctima y el perro tuviesen una compatibilidad para desarrollar el vÃnculo entre humano y animal. Igualmente, dentro del programa, la vÃctima serÃa valorada psicológicamente y formada.
El proceso de adiestramiento rondarÃa los tres meses, periodo en el que se alecciona al perro para que obedezca las órdenes verbales de la vÃctima y se enseñan al animal comandos de obediencia que le permiten actuar ante una agresión inminente. Este tipo de perros adiestrados sólo actúan como defensa bajo órdenes de la vÃctima, dado que el principal valor es la prevención de la agresión, mientras la protección es el último paso.