Un 25% de personas experimentará una urticaria a lo largo de su vida

Una de las principales causas de la dermatitis es el abuso de productos tóxicos en la limpieza del hogar. Productos como la lejía, los detergentes, los desinfectantes o los desatascadores son potencialmente peligrosos porque contienen sustancias nocivas, corrosivas e irritantes que dañan nuestra salud.

La exposición continuada a dichos productos puede provocar quemaduras e irritación en ojos, nariz, boca, garganta y pulmones. Los síntomas se presentan en forma de tos, dificultad al respirar, dolor y sensación de quemazón en el pecho y ojos llorosos. También puede aparecer dolor o irritación de boca y garganta, inflamación de los labios, alucinaciones, vómitos, ceguera y alteración del ritmo cardíaco.  

Además de los riesgos para las personas, estos componentes químicos también son muy contaminantes para el medio ambiente. Cuando estas sustancias son depositadas en la basura o vertidas por los desagües de nuestras casas estamos perjudicando nuestro entorno. Debemos tener en cuenta que son productos muy tóxicos y pueden dañarnos aunque no los notemos y no tomemos las medidas preventivas adecuadas para controlarlas.

¿Qué compuestos evitar?

En los productos como detergentes y desinfectantes encontramos sustancias conocidas como tensoactivas, que básicamente se caracterizan por disolver la grasa y facilitar su eliminación. Estas sustancias perjudican al medio ambiente formando espumas en ríos y lagos, aumentando la toxicidad del agua y disminuyendo la difusión de oxígeno atmosférico. Por otro lado, los tensoactivos alteran el sistema hormonal de las personas.

Otra sustancia muy común en los productos de limpieza es el glutaraldehído, un poderoso desinfectante que además resulta muy perjudicial para la piel y el sistema respiratorio,  principalmente causa dermatitis alérgica, asma, rinitis y conjuntivitis.

El formaldehído es una sustancia muy corrosiva para la piel, los ojos y el aparato respiratorio. Los efectos a una exposición continuada pueden ser la sensibilización de la piel y problemas respiratorios además de causar un daño genético en las personas.

Algunas de las sustancias más comunes en la mayoría de  productos de  limpieza doméstica son el amoniaco y el cloro (hipoclorito). El amoníaco está presente entre un 5% y un 10% del producto de limpieza y se considera como peligroso ya que es muy volátil al pasar a un estado gaseoso fácilmente, además de tener un fuerte olor que es muy característico. Estas sustancias contaminan el agua y destruyen las bacterias que ayudan a descomponer las aguas residuales.

¿Qué se puede hacer?

Para mejorar nuestra salud y salvaguardar el medio ambiente hemos de reducir el consumo de productos de limpieza tóxicos. Si no tenemos la posibilidad de usar productos ecológicos y naturales que estén envasados en envases biodegradables, debemos intentar controlar las cantidades que se utilizan. También es importante no mezclar distintos productos ya que podemos correr el riesgo de sufrir intoxicaciones.

Hay que tener presente que también existen otras maneras de mantener nuestro hogar limpio sin la necesidad de usar estos productos. El aspirador sin bolsa MCV70 UNICO Polti por ejemplo, al limpiar e higienizar cualquier tipo de superficie con vapor y sin la necesidad de usar productos químicos es la alternativa más ecológica. Gracias al vapor, libre de cualquier mineral y de conductividad eléctrica, neutraliza la carga estática de las partículas de polvo. Gracias al calor, el vapor despega y derrite la suciedad, liberando y recogiendo a su paso todas las partículas que la componen: partículas de grasa, gérmenes, bacterias y ácaros. Estos últimos suelen ser los responsables de las alergias y no sobreviven al nivel de temperatura y de presión de UNICO de Polti.

Entre los valores de Polti está la protección al medio ambiente, por este motivo la marca investiga soluciones para crear productos que garanticen prestaciones mejores y menores consumos. Además los componentes del producto están hechos de materiales reciclables para garantizar un correcto desechado y recuperado.

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