8 de cada 10 conductores consideran que una mala visión es la antesala de un accidente según el CGCOO

Se acercan las Navidades y, con ellas, el aumento del número de desplazamientos, una época peligrosa para la conducción debido a las prisas, las condiciones meteorológicas adversas y las altas densidades de tráfico. Entre las múltiples causas que explican la siniestralidad vial, están las relacionadas con la salud en general y específicamente las derivadas de la salud visual.

Según un informe del Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas (CGCOO), una cuarta parte de los conductores padece una anomalía visual y, a pesar de ello, solo la mitad revisa su visión cada año. Se trata de un dato muy relevante si se tiene en cuenta que el 90% de las decisiones que se toman al volante depende de la visión y que 8 de cada 10 conductores consideran que una información visual inadecuada, incorrecta o imprecisa, puede ser la antesala de un accidente.

Los españoles consideran “una mala visión” como la situación que entraña mayor riesgo para la seguridad vial, por delante de otras como conducir después de haber tomado dos cervezas o utilizar el móvil al volante.

En cuanto a la autopercepción de la calidad de visión, uno de cada cinco conductores españoles reconoce tener problemas de visión y el 18% valora su visión propia como regular o mala.

De acuerdo con los datos del CGCOO, cuatro de cada diez conductores utilizan algún sistema de corrección visual: el 84% recurre a las gafas, el 7% usa lentillas, y el 8,5% ambos sistemas. Un uso que es más frecuente entre las personas de mayor edad, mujeres y conductores no profesionales.

Pese a que los conductores españoles parecen mostrarse muy preocupados por su salud visual, el 25% de los españoles entre 18 y 30 años nunca se ha realizado un examen visual. Este hecho supone que cerca de 5 millones de jóvenes de esta franja de edad circulen por las carreteras sin saber si sufren cualquier deficiencia visual que deba ser compensada para poder conducir de forma más segura, lo que implica un importante peligro para la seguridad vial. Por si eso fuera poco, el 38% de conductores presenta dificultades de visión en situaciones de baja iluminación y el 14%, incluso en condiciones óptimas de iluminación.

Los deslumbramientos, que se incrementan en esta época debido al descenso de horas de luz, generan situaciones de riesgo para los conductores, ya que afectan a la calidad visual del conductor. Tanto es así, que 1 de cada 3 conductores afirma que los sufre “con mucha o bastante frecuencia”, un problema que da lugar a accidentes de una elevada letalidad y que tiene entre una de sus causas fundamentales, los problemas de visión.

Por estos motivos, el CGCOO recomienda hacerse una revisión en un establecimiento sanitario de óptica al menos una vez al año y mantener una buena calidad visual para reforzar la capacidad de respuesta al volante y evitar posibles accidentes en carretera.

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