Nuevos estudios confirman, según Jan Tesarik de la Clínica MARGen, el efecto positivo de la hormona de crecimiento en la fertilidad femenina

Diferentes estudios internacionales han confirmado el efecto positivo de la hormona de crecimiento en la fertilidad femenina. Se ha comprobado que su utilización mejora la estimulación ovárica, mejora la fertilidad en mujeres maduras, incrementa la receptividad uterina de los embriones, facilita la maduración de óvulos in vitro y mejora la circulación de sangre en los ovarios. Además, esta hormona tiene un efecto positivo en determinados mecanismos celulares y moleculares en los tejidos de los órganos reproductivos.

Coordinados por el doctor Jan Tesarik de la Clínica MARGen de Granada, los resultados de estos estudios, realizados por un total de 53 científicos -australianos, chinos, taiwaneses, estadounidenses, estonios, daneses y españoles-, se han publicado recientemente en la prestigiosa revista Frontiers in Endocrinology y ofrecen la mayor colección de datos sobre el papel de la hormona de crecimiento en la función reproductiva femenina.

Según el doctor Jan Tesarik, editor principal de la serie, “gracias a estos trabajos vamos a poder identificar diferentes patologías de pacientes que podrán beneficiarse del tratamiento con la hormona de crecimiento para resolver sus problemas de fertilidad. Se trata sobre todo de mujeres en edades avanzadas, pero también de mujeres jóvenes que sufren de una infertilidad inexplicada. Por lo tanto, a partir de ahora podremos utilizar la hormona de crecimiento de una manera más selectiva para ayudar a parejas con problemas de fertilidad a tener hijos”.

Uno de los pioneros
Jan Tesarik es uno de los pioneros de la utilización de la hormona de crecimiento en la reproducción asistida humana y ya en 2005 publicó el primer artículo científico demostrando los beneficios del tratamiento con esta hormona en tentativas de reproducción asistida realizadas en mujeres de más de 40 años de edad. Más tarde su grupo de investigación en la Clínica MARGen de Granada estudió los efectos de la hormona de crecimiento sobre la capacidad del útero humano para acoger los embriones, otro aspecto importante de la reproducción. También descubrió que la concentración de la hormona de crecimiento en los ovarios humanos disminuye con edad de la mujer, lo que parece ser una causa determinante, si no la única, del envejecimiento reproductivo femenino, un fenómeno que no existe en otras especies de animales. La nueva serie de estudios respalda esta hipótesis.

“El tratamiento de las mujeres con la hormona de crecimiento no debería ser visto como algo no natural. Se trata de una simple sustitución de la hormona que falta, de mismo modo como se sustituye la insulina en pacientes que sufren de una diabetes. Al hacerlo, se reajusta el reloj del aparato reproductivo varios años hacia atrás logrando un rejuvenecimiento significativo de la función reproductiva femenina”, concluye Tesarik.

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