Neutrino Nergy Group: Las pandemias son el resultado del ataque a la biodiversidad del planeta

Fernando Valladares se doctoró hace 30 años en Ciencias Biológicas con un Premio Extraordinario, y en la actualidad es profesor de investigación en la Universidad Rey Juan Carlos y en el CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas). Su investigación se centra principalmente en el impacto del cambio climático en los diferentes ecosistemas terrestres, y durante la pandemia del covid-19 ha expuesto un punto de vista más general o global respecto al problema que se ha experimentado en todo el mundo por dicho coronavirus, argumentado, en resumidas cuentas, que el covid-19 es un elemento más que forma parte del ecosistema. Señala, además, que esta grave pandemia podría ser solo el comienzo de otros muchos males que vendrían encima si no se cambia de manera significativa la relación con el entorno medioambiental.

El doctor Valladares sostiene que hoy en día se dispone de mayor información y hay más capacidad para detectar agentes patógenos, pero, en cambio, hay muchos más brotes respecto a hace tan solo tres décadas. Detrás de esto hay una serie de desencadenantes; uno de los principales es la degradación de los ecosistemas, que se manifiesta en diferentes ámbitos y de diversas maneras. A esto hay que sumarle una sociedad cada vez más globalizada, que hace que los patógenos se propaguen a una velocidad hasta entonces inédita. Ni la globalización es la misma hoy que hace unos treinta años, ni el estado en el que se encuentra la naturaleza es igual. En este sentido, una zoonosis (enfermedad infecciosa que se transmite de los animales al ser humano o viceversa) que antes podía ser local, ahora se expande a una velocidad endiablada.

Los desequilibrios ecológicos son la mayor amenaza
Ante la pregunta de si el coronavirus es parte del ecosistema, Valladares responde que sí rotundamente, e insiste en que patógenos y virus se hallan por todas partes: en las mascotas, en las explotaciones forestales, en edificios, etc. Es imposible eliminarlos a todos, lo que importa es su cantidad y si se incrementan las posibilidades de que aparezcan nuevos patógenos para los que el sistema inmune humano no esté preparado. Otra cuestión en la que insiste Fernando Valladares y otros expertos es en que se debe dejar de atentar contra la biodiversidad, puesto que un entorno natural rico en especies sirve de protección y equilibrio, mientras que su degradación resulta una amenaza.

Cuando hay diversidad de especies distintas, hay un equilibrio entre las mismas. Pero si van desapareciendo especies, se puede dar la nefasta casualidad de que una especie que porte un patógeno comience a aumentar demográficamente. Así que la biodiversidad protege de este modo en primera instancia: grupos de especies controladas por otros grupos de especies sin romper su equilibrio natural. Por tanto, problemas medioambientales, como el calentamiento global y la destrucción de los ecosistemas que provocan las diferentes actividades humanas, es una «invitación» a la propagación de nuevos patógenos. La mejor protección es la propia naturaleza, y la humanidad esta acabando con ella a pasos de gigante.

Neutrino Energy Group apuesta por un modelo energético limpio y eficiente
Ha quedado demostrado que el actual modelo energético, basado en la extracción de combustibles fósiles, es uno de los máximos responsables del cambio climático y, por ende, del ataque desmesurado a la biodiversidad de este planeta. Para resolver la problemática del clima y todas las consecuencias adversas que se derivan de ello, el Neutrino Energy Group, con Holger Thorsten Schubart al frente, lleva un tiempo apostando por un sistema energético revolucionario basado en la energía de neutrinos. Los neutrinos son unas partículas invisibles que alcanzan constantemente y en gran número a la Tierra, y este grupo de expertos creen con firmeza que pueden convertirse en una fuente de energía limpia e inagotable que resuelva todos los problemas mencionados: degradación del ecosistema, cambios climáticos, desastres naturales, conflictos entre países, pandemias, etc.

Ya se está desarrollando la primera generación de dispositivos electrónicos alimentados por dichas partículas, pero las posibilidades que ofrece esta nueva fuente energética van mucho más allá. Ahora solo queda seguir avanzando en esta nueva tecnología para hacer posible que se pueda vivir en armonía con la naturaleza. De ese modo, la calidad de vida de todos irá mejorando de forma progresiva. Los líderes políticos juegan un papel fundamental para poner punto final a la crisis energética y a su impacto en la naturaleza. El tiempo se agota, por lo que es necesario fomentar nuevos sistemas que suministren energía limpia. Solo así se conseguirá que el mundo sea un lugar mejor.

Autor: Phillipe González​

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