Fisioterapia respiratoria, clave para tratar los síntomas de coronavirus en pacientes con ELA, según el CGCFE

El día 21 de junio se celebra el Día Mundial contra la ELA y el Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España (CGCFE) quiere unirse a esta fecha señalada, recordando la importancia de la Fisioterapia para aportar calidad de vida a estos pacientes, intentando mejorar los problemas de movilidad que se presentan en el proceso de esta enfermedad.

La esclerosis lateral amiotrófica (ELA) es una enfermedad del sistema nervioso central, en la que se produce una degeneración progresiva de las neuronas motoras, provocando una debilidad muscular que avanza hasta la parálisis y dificulta la autonomía motora, la comunicación oral, la deglución y la respiración.

En la actual situación de crisis sanitaria provocada por el coronavirus, la fisioterapia respiratoria se ha convertido en un instrumento esencial para la rehabilitación pulmonar en situaciones de infección, debido a las consecuencias de la ELA en la respiración. La fisioterapia respiratoria ayuda a la reeducación ventilatoria, expansión pulmonar, entrenamiento de la musculatura respiratoria, eliminación de secreciones y mejora de la eficacia de la tos. En conclusión, la fisioterapia respiratoria ayuda a mantener una correcta función pulmonar.

El CGCFE recuerda la importancia de la Fisioterapia dentro de un tratamiento integral y multidisciplinar de la enfermedad. Los fisioterapeutas, como profesionales del ejercicio con un fin terapéutico, ayudan a paliar los problemas de movilidad con el objetivo de intentar mantener la calidad de vida de los pacientes, evitando la aparición de rigideces y espasmos que van mermando la movilidad. El acceso a la Fisioterapia, a los medios tecnológicos para la comunicación de los enfermos y al soporte psico-social para las familias son necesidades fundamentales para el apoyo a los afectados y su entorno.

El ejercicio físico adaptado y dirigido, ayuda a mantener el tono muscular en las fases iniciales de la enfermedad. El tratamiento debe personalizarse a medida que la ELA va avanzando, por lo que, cuando ya no existe respuesta motora en las extremidades, es importante llevar a cabo movilizaciones pasivas, estiramientos suaves y cambios posturales.

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