En un mundo en el que los niños están «creciendo digitalmente», es importante ayudarlos a aprender conceptos saludables sobre el uso digital. Los padres juegan un papel importante en la enseñanza de estas habilidades.
Los medios y los dispositivos digitales son una parte integral del mundo actual. Los beneficios de estos dispositivos, si se usan de manera moderada y apropiada, pueden ser muy numerosos. Pero se ha demostrado que el tiempo cara a cara con la familia, los amigos y los profesores juega un papel fundamental e incluso más importante en la promoción del aprendizaje y el desarrollo saludable de los niños.
La pandemia del coronavirus (COVID-19) fue un recordatorio contundente de que las escuelas no son solo lugares de aprendizaje académico. Son parte del tejido social y ha quedado evidenciado el importante papel que desempeñan para garantizar el bienestar de la comunidad.
La prisa por el aprendizaje remoto cuando las escuelas cerraron, resaltó tanto las inmensas oportunidades del mundo digital, como también recordó lo esencial que es el contacto físico. Los seres humanos son sociales y prosperan en la conexión presencial.
Tal y como señala Isabel Ortín, Responsable del Departamento de Orientación del Colegio Logos, centro privado internacional de la Comunidad de Madrid, “la clave está en hacer un buen uso de la tecnología, sobre todo en esta época actual donde los acontecimientos mundiales nos han obligado a todos a trabajar, estudiar, reunirnos y aprender desde dispositivos y ordenadores. Es evidente que el uso de las nuevas tecnologías se ha incrementado, sirviendo en muchos casos de calmante emocional para niños y adolescentes”.
“Desde Colegio Logos somos conscientes de la importancia de la tecnología como instrumento de una enseñanza-aprendizaje que conecta a los alumnos con la vida real, pero siempre desde el punto de vista pedagógico y con supervisión”, recalca.
De esta forma, Ortín da algunas claves que puedan ayudar a los padres para hacer un uso consciente de la tecnología, y, sobre todo, a cómo educar a los niños en esta era digital para lograr con éxito una educación en valores:
– Educar desde el ejemplo. El progenitor debe ser el primero en entender el funcionamiento de la tecnología y sus alcances, utilizarla de manera responsable y evitar pasar muchas horas con el ordenador o el móvil. Esto es determinante, ya que, los niños aprenden del ejemplo y si ven a sus padres muchas horas al día con un dispositivo, verán esta actividad como algo normal.
– Crear un espacio familiar para compartir actividades digitales como ver vídeos, películas, jugar, aprender… Con ello, además de reforzar vínculos entre padres e hijos, les permitirá observar qué es lo que les divierte y les mantiene atentos a los dispositivos.
– Es importante conocer qué sitios web visitan con frecuencia, con quién chatean a diario o si no lo hacen, y, sobre todo, observar el comportamiento que tienen los niños cuando están frente a estos dispositivos electrónicos.
– La adjudicación de un horario para el consumo de tecnología también es importante. Aunque parezca algo complejo si los niños no pueden salir a jugar fuera de casa, en estos casos se pueden ofrecer alternativas de juegos y recreación offline que fomenten su creatividad y la interacción con los miembros de la familia.
– Hacer uso de los programas de control parental para evitar que se encuentren contenidos inadecuados para su edad.
– Algunos estudios demuestran que los niños pequeños aprenden mejor con la interacción bilateral, que estimula su lenguaje y otras destrezas. Con ayuda de la tecnología también se puede lograr ese aprendizaje, pero es importante la participación de los padres durante el proceso.
Prestarle atención a lo afectivo y lo emocional
La era digital ha traído consigo un distanciamiento de lo afectivo y “los niños siguen necesitando del desarrollo emocional y psicológico para un crecimiento sin dificultades, lo que implica que los padres entiendan la necesidad de poner límites desde el cariño”, señala Isabel Ortín.
Tal y como recalca, “es necesario estar presentes no solo de manera física, sino que los niños sientan la presencia emocional y la empatía ante sus necesidades, sus miedos y sus emociones. Los padres que pasan mucho tiempo conectados a sus dispositivos, aunque estén al lado de sus hijos, se encuentran ausentes. Situación que hace que muchos niños lleguen a utilizar la tecnología como calmante emocional”.
Un dispositivo tecnológico “jamás podrá sustituir la interacción afectiva y emocional que se logra del contacto del niño con el medio que le rodea, de ahí surgirán las experiencias y aprendizajes, pero no podemos obviar que actualmente la tecnología forma parte de toda esa interacción. Los padres deben estar atentos ante las situaciones que surgen del manejo de la tecnología, habrá errores en el uso que pueden manejarse de forma empática y afectiva, sacando de ello un aprendizaje significativo para el niño y los padres”, finaliza Isabel Ortín.
El Colegio Logos es un colegio internacional y bilingüe, localizado en la zona noroeste de Madrid, pionero en el uso de las tecnologías en las aulas desde el año 1990 y que está posicionado entre los 5 mejores colegios de España, según el Ranking El Mundo 2020. Un colegio que se basa en la internacionalización, en la educación con valores, en la innovación educativa y el espíritu deportivo.