Carros de combate de Planeta DeAgostini: aprendiendo por vía del coleccionismo

La actualidad sigue pasando, en buena parte, por los acontecimientos ocurridos en la primera mitad de los años 40. El papa Francisco se refiere a ellos como referente absoluto de catástrofe humanitaria en sus discursos sobre las crisis demográficas actuales; la cultura sigue generando obras de ficción y no ficción ambientadas en aquella época; y aún se descubren fosas comunes, y otros restos de la tragedia. En definitiva, la Segunda Guerra Mundial sigue en boca de todos y llamando la atención de propios y extraños.

Por su parte, la educación no hace oídos sordos, y le dedica toda la preminencia que se merece tanto en materia de historia como de arte, literatura, dibujo técnico y demás materias. De este modo, se conciencia al estudiante desde edades tempranas, a la vez que se despierta su interés sobre el tema.

Algunas empresas favorecen esta relación simbiótica entre formación e interés con lanzamientos de productos que abarcan a la vez entretenimiento y aprendizaje. Uno de los ejemplos más destacados es el que propone el sello Planeta DeAgostini: con su colección Carros de combate propone una selección de reproducciones de vehículos y maquinaria, a escala 1/43, empleados durante el gran conflicto. Junto a las miniaturas, un fascículo explica con detalle tanto los usos, como las especificaciones de cada carro.

Está claro que la Segunda Guerra Mundial despierta el interés de propios y extraños, y seguirá haciéndolo, lo cual es producente para no repetir errores del pasado. Toda concienciación es poca.

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