Fundación Luz Solidaria ha impulsado un programa específico para luchar contra la pobreza energética ayudando a los colectivos más vulnerables a través de diferentes acciones: asesoramiento personalizado, defensa de derechos ante eléctricas, tramitación de ayudas al bono social eléctrico y térmico asumiendo temporalmente el pago de las facturas de la luz de aquellos consumidores vulnerables más severos, y evitando que les corten la luz.
En España el 14% de los hogares no puede mantener una temperatura adecuada, entre 18 y 22 grados, según recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. Más de 2,6 millones de familias cumplen los requisitos para acceder al bono social eléctrico y térmico, pero sólo 1,5 millones acceden al bono social, ya que 3 de cada 10 hogares españoles desconocen que existe el bono social o no saben cómo gestionarlo.
Isabel Jiménez, presidenta de Fundación Luz Solidaria comenta que «existen muchas ayudas y herramientas, que son muy positivas, pero nos seguimos encontrando con colectivos especialmente vulnerables que desconocen estas ayudas o que no pueden acceder». En los últimos meses, debido a la crisis energética y a la inflación de los precios, se han agravado e incrementando los casos.
Pedro Galve, presidente de Gashogar, destaca el compromiso de la compañía para ayudar a las familias aragonesas que más lo necesitan. «En estos momentos de crisis energética hemos querido estar al lado de las familias y las empresas aragonesas. Hoy, que la inflación está impactando directamente en muchas familias, que han visto cómo su factura de la luz se ha triplicado en algunos casos, combatir la pobreza energética es nuestra prioridad; pero también vamos a impulsar talleres de formación sobre energías renovables y buenas prácticas medioambientales en centros escolares. Educar a la infancia de hoy garantiza un futuro más sostenible». Este pasado mes de abril se han iniciado las primeras acciones formativas en centros de primaria y secundaria de Zaragoza.