Los orígenes de Halloween: cómo el tiempo ha moldeado la fiesta

Cuando llegaba la noche que marcaba el final del verano en la vieja Edad del Hierro, los hombres y mujeres sabían que las líneas que separaban su mundo del de los espíritus estaban desdibujadas. Por esto, a su vez, abrían puertas y ventanas para que cualquier ente que se hubiera quedado rezagado pudiera trascender. Además, para evitar que los espíritus se sintieran tentados a volver al calor del hogar, ponían ofrendas con que satisfacerlos. Era la noche de Samhain, el comienzo de la «estación oscura» celta, que marcaba el inicio del año. Y también era la fiesta más importante que celebraban.

La raíz de Samhain
Los seres humanos siempre han estado ligados a las estaciones de nuestro pequeño planeta. Tanto los calendarios como las actividades a realizar están marcadas por ciclos. Las creencias vienen muy ligadas a estos aspectos. Así, cuando el año comenzaba a reducir sus horas de luz, los pueblos sabían que el ciclo comenzaba de nuevo. Y todo comienzo supone un momento especial. Así, Samhain, en celta «fin del verano», era una fiesta de transición; con la transición llegaban los espíritus, tanto buenos como malos. Durante estos días de recogimiento, según los antropólogos, las familias celebraban banquetes junto a los espíritus de sus seres queridos. Pero también rondaban por un mundo que era «joven de nuevo», un montón demonios y espíritus malvados.

Y llegó el sincretismo
Sincretismo, culturalmente hablando, significa conciliar dos ideas distintas. Esto fue lo que ocurrió con Samhain. Cuando el Imperio romano asimiló toda la extensión ocupada por las guerrilleras tribus celtas, también lo hizo con muchas de sus costumbres. Para el Estado era mucho más sencillo dejar que cada uno de los matices culturales se adaptaran a las propias costumbres romanas en vez de imponer por la fuerza una serie de creencias. Así, los romanos ya celebraban, como muchos otros pueblos en el mundo, una fiesta de la cosecha, en honor a Pomona, por las fechas en las que los celtas celebraban el Samhain. Fue cuestión de tiempo que dichas festividades se unieran en una sola, matizadas según la zona.

Vertumno y Pomona, de Abraham Bloemaert
En 1745 se recoge etimológicamente el término Hallow-e’en de la voz escocesa. Cuando el Imperio se volvió hacia el cristianismo y las fiestas paganas se transformaron, la vieja Samhain no fue una excepción. Fue en los siglos XVIII y IX cuando todas las fiestas terminaron por adaptarse. Samhain, por su relación con los espíritus, pasó a ser el Día de todos los Santos. La transformación fue en los dos sentidos: la fiesta pasó a celebrarse el 1 de noviembre, en vez de el 13 de mayo y, además del día, la noche de difuntos también tomó relevancia, especialmente en ciertas zonas.

La expresión All Hallow’s Eve, cuya traducción es «víspera de todos los santos«, se denomina a la tarde y noche antes del Día de todos los santos. En el siglo XVII ya se recoge la expresión Allhallow-even en la lengua escocesa. En 1745 se recoge etimológicamente el término Hallow-e’en, deformación de la voz escocesa. Los lingüistas ven clara la evolución del término a lo largo de los siglos hasta llegar al Halloween actual. Pero eso no explica todos los detalles.

Truco o trato
La relación de Halloween con los espíritus y el mundo sobrenatural es algo que proviene de la antigua Samhain aderezada con algunos detalles más. Pero ¿de dónde viene la costumbre de disfrazarse? Para confundirse con los malos espíritus, cuentan los expertos, la gente se vestía en ocasiones como ellos, imitando a los monstruos mientras transitaban los campos oscuros o cenaban con sus familias. La famosa tradición del «truco o trato» es más moderna y viene asociada a las famosas calabazas o Jack O’Lantern. Dependiendo de la fuente, la historia cambia enormemente.

Origen de Halloween
Pero todas coinciden en el espíritu atormentado de Jack, que proponía un trato o un «truco» a todos los viandantes con los que se encontraba en su deambular. El truco era siempre mucho, mucho mas caro para la víctima. El trato, sin embargo, podía ser duro pero asumible. Las calabazas, antes nabos y otras verduras, provienen de otras costumbres también antiguas que fueron asimiladas para representar a las almas atrapadas en el purgatorio o como llamas capaces de ahuyentar a los espíritus. Al final, el tiempo ha ido moldeando la fiesta, al igual que la fiesta ha ido moldeando a la cultura. Pero lo que no cambia es la naturaleza humana, aunque pasen los años y cambien los nombres.

 

 

La noticia «De los celtas a nuestros días: los orígenes de Halloween – presenta @terra_mitica» fue publicada originalmente en Hipertextual.

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