Aún existen tribus que se mantienen aisladas de la civilización

En los tiempos de las redes sociales, de la globalización, de las telecomunicaciones… parece imposible que nadie, absolutamente nadie esté completamente aislado en este mundo. Pero la verdad es bastante más inquietante. A día de hoy todavía existen tribus separadas de la civilización. Personas que jamás han visto a más de una decena de congéneres en toda su vida. Gente cuyo estilo de vida se parece más a un documental de la edad de piedra que a una historia real y moderna. Sí, las tribus aisladas todavía existen a lo largo y ancho del mundo, disfrutando de sus pacíficas (o no tan pacíficas) vidas.

Tribus aisladas por todo el globo
En el mundo, se estima, existen algo más de un centenar de tribus aisladas del mundo. Aisladas no significa estrictamente sin contacto. Algunas de ellas han sido contactadas por equipos especiales, mineros, deforestadores o exploradores. Pero en general dichas tribus siguen viviendo aisladas, sin mantener relaciones con sus vecinos. La gran mayoría de datos provenientes de dichas tribus aisladas se toman en estos contactos esporádicos y rarísimos. Otras veces, como la recientemente avistada tribu Yanomami, se observan desde el aire. La gran mayoría de estas tribus no muestran deseos de ponerse en contacto con otras personas, especialmente del mundo moderno, a quienes rehúyen con una mezcla de espanto y fascinación. Muchas de estas tribus siguen practicando estilos de vida primitivos, con herramientas de madera y hueso.

Muy pocas han desarrollado la metalurgia. Aunque esto no quiere decir que no hayan evolucionado. Sencillamente, lo han hecho a su manera. La gran mayoría de estas tribus se sitúan en zonas muy boscosas y de difícil acceso: Sudamérica, los bosques de África Central o las selvas de Nueva Guinea. Los mayores peligros para estas tribus aisladas, que pueden perder su estilo de vida, su cultura o, sencillamente, extinguirse, es el avance de proyectos económicos irresponsables: la minería, la explotación maderera, la urbanización… Otro peligro fundamental es que la mayoría no ha sido expuesta nunca a las enfermedades a las que nos hemos enfrentado el resto de la población. De hecho, esta es la causa principal de desaparición de una tribu completa tras un contacto. Probablemente existan aún más tribus aisladas ahí fuera, sin que las hayamos visto nunca.

Algunas de las tribus más aisladas del mundo
Es verdaderamente difícil obtener información de estas tribus aisladas. Muchas de ellas no solo huyen y rechazan el contacto con otros seres humanos. Algunas son violentas y agresivas. No permiten que nadie, absolutamente nadie, se acerque a ellas. No solo gente procedente de la civilización, algunas rehúyen hasta de sus vecinos, otras tribus aisladas con las que comparten líneas históricas y genéticas. Aquí van algunas de estas tribus.

La tribu más sola del planeta
Hasta la fecha, de las tribus aisladas, los sentineleses constituyen la más sola en todo el mundo conocido. Esta tribu vive en una solitaria isla del mar de Adamán, en India. Y aunque sabemos donde están, es muy difícil saber cuantos son, qué hacen o cómo viven. Y es que los sentineleses atacan a todo lo que se mueve cerca de su isla. Son un pueblo muy agresivo y activo; y parecen bastante sanos. En los últimos censos se estima que los sentineleses son apenas unos cuarenta en toda la boscosa isla. De hecho, el tsunami de 2004 debió afectar profundamente al los sentineleses; pero como no podemos acercarnos a ellos (pues atacan con flechas envenenadas a cualquiera lo suficientemente cerca, incluyendo botes y helicópteros), tampoco lo sabemos con seguridad. El Gobierno ha restringido el acceso a la isla y a sus aguas circundantes, tanto para proteger a los indígenas como a los curiosos. Así que nos contentaremos con verlos desde lejos.

Orgullosos de ser lo que son
Los Ashaninkas son una etnia amazónica perteneciente a la familia lingüística arawak, más conocidos en el Amazonas como «campas». En 2014 el avistamiento de varios miembros de esta etnia terminó en un encuentro entre siete miembros adultos y jóvenes que pululaban los bordes de los bosques. Al parecer, llevaban un tiempo asustando a los lugareños con «sonidos de monos» y robando herramientas y comida. Posteriormente se supo que alguien, probablemente narcotraficantes, había acabado con su asentamiento, kilómetros más adentro en la selva, masacrando a los más mayores y quemando el poblado. No es la primera vez que se tiene contacto (y en estas terribles circunstancias) con los Ashaninkas, quienes se cuentan desde 2008 como un pueblo reconocido y orgulloso. Actualmente muchos miembros de lo que antes eran tribus aisladas y dispersas se han unido en pequeños asentamientos más cercanos a la civilización. Sin embargo, todavía existen muchas otras tribus, como esta de la que hablábamos, que permaneces asilada en la espesura.

El gran chiste
En las laderas infranqueables de Nueva Guinea existe un pueblo extraño. Para poder llegar hasta él hay que andar varias semanas por la espesura. Y eso partiendo de uno de los últimos pueblos del mundo. A veces ni siquiera encontraremos el asentamiento. Pero si lo hacemos, veremos a los Korowai. Esta tribu aislada es bastante receptiva. Todavía trabajan con armas de hueso y madera. Y conservan las viejas costumbres, rechazando las comodidades modernas con aseveración. Si no lo hacen, explican, un gran terremoto asolará la Tierra y acabará con todo. A pesar de que es su cultura la que los mantiene aislados, los Korowai son conocidos por ser auténticos bromistas con los visitantes externos. Varios informes indican que les gusta jugar con la idea que tienen los demás de ellos mismos. Quién sabe si en realidad la idea del gran terremoto no es también una gran broma.

Los últimos avistamientos
La nación Yanomami conglomera a tres etnias distintas, con diversa lengua. El gran conjunto de tribus aisladas formadas por estos grupos tienen muchas cosas en común y muchas diferentes. Uno de los últimos avistamientos, según informa la inciativa Survival, que vela por los intereses de las tribus aisladas, es de un grupo de Yanomami situado en las laderas de una colina en mitad del Amazonas. El pueblo parece albergar a unas cien personas y, según explican, el mayor peligro para esta tribu son los más de 5.000 mineros ilegales en busca de oro que amenazan su territorio. Los Yanomami, como explicábamos, son una etnia bastante conocida y muchos de sus grupos han tenido contacto con la civilización, lo que ha provocado epidemias muy graves así como conflicto de intereses con grupos locales y organizaciones criminales.

 

La noticia «Aunque parezca imposible, todavía quedan tribus aisladas de la civilización» fue publicada originalmente en Hipertextual.

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