Teléfono Android contra Iphone

Escoger entre un iPhone y un dispositivo con sistema Android. Es una situación un tanto difícil a la que se enfrentan a diario muchos usuarios y cuando piden ayuda para decidirse, suelen quedarse igual que estaban. El problema es que ambas opciones cuentan con millones de defensores y los argumentos que se esgrimen a favor y en contra de cada uno de ellos son potentes y serios.

Así que, ¿qué hacer al respecto? La respuesta está en analizar el uso que vamos a hacer del dispositivo y prestar atención después a las funcionalidades y características de cada una de las opciones.

¿Buscas un Smartphone compatible?

Esta puede ser la pregunta clave para resolver la duda.

Por un lado, Apple permite a sus usuarios acceder a las actualizaciones, aunque no dispongan de los modelos más recientes. Es una gran baza, ya que, dado su precio, muchos usuarios siguen utilizando dispositivos antiguos pero, aprovechando las últimas novedades incorporadas por la compañía. Esto no es posible en el caso de Android.

La clave está en que Apple fabrica en exclusiva tanto el hardware como el software para sus dispositivos, mientras que Google los ofrece a otros fabricantes.

¿El tamaño (de la pantalla) importa?

Esta característica es la que determina la elección de muchos usuarios, que no pueden prescindir de las ventajas de disfrutar de una gran pantalla en sus dispositivos.

Hasta hace unos años, en este terreno Android era el vencedor imbatible, ya que ofrecía dentro de su amplia gama teléfonos inteligentes de tamaño parecido al de una tablet. Pero, llegó el día en que Apple dio a luz las distintas versiones del iPhone 6, con pantallas de amplias y cautivadoras, que luego han seguido con el iPhone 7.

Y, como pocas cosas se le escapan a los de la manzana mordida, quisieron copar también el mercado de los que buscan buenos teléfonos elegantes, que quepan en cualquier bolsillo. Fue entonces cuando sacó al mercado el iPhone SE, el teléfono de 4 pulgadas más potente hasta hoy.

¿Qué hay de las aplicaciones y los juegos?

Si lo que quieres es un teléfono muy funcional, debes sopesar lo que te ofrece cada sistema operativo.

Por un lado, Apple ofrece millones de aplicaciones, en todos los idiomas y adaptadas a cada país. Mientras que Android no te limita a su tienda oficial para comprar apps y permite, además, que cada fabricante personalice la interfaz.

Si hablamos de juegos, Apple también se ha espabilado desde hace unos años y ha convertido sus dispositivos en auténticas consolas con posibilidad de acceder a miles de videojuegos. Ha comido el terreno a Android en este sentido, pero también a compañías especializadas como Nintendo o Sony.

¿Son equiparables en diseño y seguridad?

Si hablamos de diseño, Apple fabrica los dispositivos más elegantes y son muchas las marcas que siguen su estela para crear dispositivos estéticamente parecidos a los iPhone. La desventaja de Apple es que ofrece a los usuarios un catálogo muy limitado si lo comparamos con las cientos de opciones que encontramos en el sistema operativo Android. En este caso, disponemos de muchos modelos con diseños muy diferentes entre sí.

Y, por lo que respecta a la seguridad, Google presenta mayor vulnerabilidad. Sus actualizaciones tardan más en llegar al usuario final ya que llegan a través de los distintos fabricantes. Mientras que, en el caso de Apple, esto es casi automático e instantáneo.

Batería, rendimiento y precio.

Estos 3 elementos también son importantes a la hora de elegir un teléfono inteligente.

En el caso de la batería, una vez más Apple se lleva la palma. Los iPhone, con un uso medio diario, no requieren ser cargados todos los días. Además, recientemente, se han publicado estudios que determinan que el iPhone 6 es el teléfono con mejor rendimiento actualmente. Y es que la marca del malogrado Steve Jobs se destaca por optimizar al máximo sus dispositivos, a los que saca todo el partido posible.

Otra cuestión es el precio: Apple es una marca cara y todos sus dispositivos se enmarcan en la gama alta. Por otro lado, Android tiene un catálogo mucho más amplio, que nos permite ajustarnos mejor a nuestro presupuesto. Podemos encontrar teléfonos infinitamente más baratos que cualquier iPhone y también mucho más caros.