El Umbral del Ocejón ha vivido un musical y gastronómico final de año, que ha culminado con la Cabalgata de los Reyes Magos. En Tamajón, Sus Majestades visitan siempre a niños y mayores.
El programa de Navidad comenzaba este año en el Puente de la Constitución, con un clásico, como es la Fiesta de la Matanza de Tamajón. Rondas y villancicos, se han sucedido en estos días por las calles de la villa, especialmente el pasado 28 de diciembre, cuando el Centro Cultural de Tamajón, verdadero eje de la vida social de la villa, acogía los sones de cuatro rondas, la Ronda de Hita, los Cencerrones de Cantalojas, la Ronda La Calandria de Cifuentes, y la Real Zambombada de Atanzón en el VII Certamen de Villancicos. Con sus músicas, y el calor de sus gentes, al que se unía también el de los agalloneros, se iba cerrando el año 2019, que llegaba a su fin en el mismo lugar, pero en este caso junto a la Torre del Reloj que preside el Centro.
Allí, desde su construcción, los vecinos del pueblo acuden a tomar las uvas y a encender la luminaria de Nochevieja, con la que el pueblo tradicionalmente ha recibido el año nuevo. Sus llamas le dieron continuidad a los fuegos artificiales subían casi a la altura del Ocejón para recibir al 2020. Más de un centenar de personas acudían a comerlas al son de las campanas del reloj, originario del año 1901.
En el día de ayer, por la mañana, y como habían hecho en el Puente de la Constitución, los agalloneros compartieron gachas y migas, y cataron los chorizos que habían dejado hechos entonces. Y al calor de la lumbre, llegaron los Reyes Magos. Allí, los vecinos de Tamajón les mostraron su carroza y les ayudaron a subir en ella. Melchor, Gaspar y Baltasar se encaminaban hacia la Residencia de Ancianos, donde, según es costumbre, les hicieron a todos un regalo, y les anunciaron que, en breve comenzará la ampliación del edificio. La Cabalgata, seguida por los niños del pueblo, continuó por las calles de En medio y de La Picota, para volver al centro social, donde, antes de desaparecer por el Umbral del Ocejón, los Reyes Magos compartieron roscón y chocolate con los vecinos del pueblo.